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El 20 de abril de 1860 perdió la libertad Joaquín Soler, más conocido con el apodo de “Chistavis”; esa misma libertad que él retiraba a su antojo a otras personas a cambio de un rescate.
La policía de Zaragoza le detuvo en la posada de la Concepción. “Chistavis” tenía aterrorizado el “país de Sigena”, donde había cometido infinidad de robos y prisioneros por cuya libertad exigía importantes rescates. Por sus numerosas fechorías se habían destinado a veinte guardias civiles en su persecución y se muchos pueblos se habían levantado en somatén.
Los robos y crímenes estaban a la orden del día. El patíbulo se levantaba con mucha frecuencia pero no servía de escarmiento. A finales de 1859 se ajusticiaba a Agustín Izquierdo Pardo, natural de Huesa, y hacía muy pocos días que los reos Ángel Pinilla y Marqués, de Urrea de Jalón, y Manuel Quintín y Forcada, de Mediana, y Victoriano Martín y López (a) "Pascual", de Zaragoza, cumplían su última pena a garrote vil, ante numeroso gentío, en el cadalso de la zaragozana plaza de Santo Domingo. Más reciente aún era la condena a pena de muerte de Manuel Tormez (a) "Miñón".
La lista de crímenes y ajusticiados era amplia, pero no se limitaba a las tierras aragonesas. Desde Málaga llegaban noticias del fusilamiento de los bandidos Manuel Castillos y Juan Maireles por intentar escapar.
Fuente de información:
- El Diario de Zaragoza, 22 de abril de 1860.
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