13/1/24

La Carrera Pedestre de la Virgen de la Fuente en Muel (Zaragoza)

 


Celedonio García

La mayoría de los datos reflejados en el cuadro con las “carreras pedestres" documentadas de las fiestas de Nuestra Señora de la Fuente de Muel han sido recogidos en programas de fiestas y crónicas de prensa. No hemos podido remontarnos más allá de 1879, aunque la veneración a la Virgen de la Fuente está documentada desde finales del siglo XIII.

Las carreras pedestres (denominadas “corrida de la espada” en el siglo XVI y posteriormente “corrida de pollos” hasta bien entrado el siglo XX) ya debían celebrarse en el siglo XVI.

Hace más de treinta años recogimos información de tradición oral en Muel, que reproducimos a continuación

Las carreras se disputaban en dos días, el 10 y 11 de septiembre. El recorrido de la carrera iba desde el Puente del “Tío Roque” hasta el “Paso de la Marvanilla” (aproximadamente un kilómetro) y los premios consistían en pollos. El primero recibía dos pollos; el segundo, uno y el tercero, la cebolla.

Entre los corredores más destacados, de antes de la Guerra, destacaba “Pintos” (vivía en Muel, pero no era natural de la villa), y Benigno Alebesque (era pequeño) se llevaba casi siempre los pollos en los años 30. Pero sobre todos destacaba Sixto, un corredor de Mezalocha que también iba a otros pueblos (Villanueva de Huerva, Longares...).

Corrían descalzos y en calzoncillos. La salida (o la suelta) la daba el alguacil con la chuflaina o con un pañuelo. Antes de la carrera era habitual escuchar expresiones como “a ver quién gana la primera”.

Después de la carrera iban a la “casa del lugar”. Al día siguiente se hacía otra carrera. A veces salían seis o siete corredores y algunas veces sólo llegaban dos. La cebolla no era bien aceptada por algunos corredores

En la horca ponían un pañuelo y los pollos. Después de la Guerra ya desapareció la horca de los pollos.

En 1975 se dejó de organizar la carrera pedestre hasta el 2005, que surge la famosa “milla”. La hemos incluido en el cuadro por celebrarse en el marco festivo, pero nada tenía que ver con la tradición, excepto que en la distancia pudo coincidir con la que se organizaba en los años 20 del siglo XIX.

En el 2006 nace el CD Muel y se encarga de la organización de la “milla” al amparo de la Federación Aragonesa de Atletismo, con importantes premios en metálico (las carreras pedestres con premios en metálico fueron enérgicamente perseguidas por la Federación Aragonesa de Atletismo en décadas pasadas y supuso la desaparición de muchas carreras pedestres tradicionales). La milla, como las modas, tuvo su origen y su fin, una década después, en el 2014, desapareció.

Sin duda, los organizadores trataron de impulsar una prueba pedestre que hasta el siglo pasado, y durante siglos estuvo presente en las fiestas de la Virgen de la Fuente. Pero cometieron errores criticables desde el punto de vista de la Cultura Tradicional y del Patrimonio Inmaterial de Aragón:

1. Ya hemos dicho que la milla no tiene nada que ver con la carrera pedestre; esta es una prueba tradicional y la milla es de origen inglés, más reciente, e incorporada en el deporte moderno.

2. Se podía haber recuperado la centenaria “carrera pedestre”, que forma parte del patrimonio cultural de Muel y de Aragón en vez de importar una prueba de origen inglés. La distancia no es impedimento. Tampoco hubiera sido problema organizar las dos, pero en estas fechas la prueba autóctona tiene preferencia.

3. El desconocimiento de nuestra riqueza patrimonial nos lleva avalorar más las “modas” procedentes del exterior que lo propio.

4. El deporte tradicional no debe sustituirse por el deporte moderno. Ambos pueden convivir perfectamente. Y como deporte tradicional no precisa de suntuosos alardes organizativos.

5. Desde el primero de septiembre de 2023 en la DGA está registrada la solicitud para que las “Carreras Pedestres Tradicionales de Aragón” sean declaradas Bien de Interés Cultural Inmaterial de Aragón.

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