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Con 93 años es un referente de los orígenes del atletismo aragonés. Fue campeón de Aragón de 400 m., 800 m., 1.500 m. y 10.000 m.
Francisco Pardos, 8 de junio de 1941, venciendo en la prueba de 800 m. (2 m. 5 s., récord sin homologar) en una reunión atlética organizada por la Federación Aragonesa de Atletismo. En esta reunión se mejoraron las marcas regionales de salto de longitud (6 m. 5 c.) por Joaquín Marzo, y salto de pértiga (3 m. 3 c.) por Alfonso Rodrigo
Celedonio García Rodríguez
Francisco Pardos Hernando nació el seno de una modesta familia de Fuentes de Jiloca el 4 de junio de 1914. Cuando apenas tenía un año de edad su familia se trasladó vivir a Zaragoza. En esta ciudad creció, padeciendo las dificultades propias de los jóvenes de la primera mitad del siglo XX.
Desde muy joven se inició en la práctica deportiva y todavía, en la actualidad, con sus 93 años, se le puede ver cada dos días realizando recorridos de más de dos horas por diferentes lugares de la capital. El Tercer Cinturón suele ser escenario habitual de sus caminatas, desde la avenida de Cataluña hasta el parque Primo de Rivera, pero antes anda varios kilómetros desde su domicilio, en las proximidades de la Puerta del Carmen hasta este lugar. Después regresa a su domicilio por la Gran Vía.
Pardos recuerda con una memoria envidiable su primera carrera. Tenía 14 años; estaba con su tío en Pina de Ebro y con varios amigos acudió a las fiestas de Nuez. Allí participó en una carrera pedestre que se disputaba en una era y obtuvo el tercer premio, consistente en 40 pesetas. Esa cantidad era lo que ganaba un albañil durante una semana. Los premios del primero y segundo clasificado eran de 100 y 60 pesetas, respectivamente.
Esta recompensa fue suficiente estímulo para que Pardos decidiera acudir a otras carreras que se celebraban por muchos pueblos de Aragón: Zuera, Almudévar, Gurrea, Grañén, Villanueva, Monegrillo, Farlete, La Almolda, Belchite, Calatorao, Perdiguera, Peñaflor, Gallur, San Juan…
Con 15 años participó en la “I Vuelta a Calatayud”. Salió de Zaragoza el día anterior con una bicicleta que el mismo había fabricado con las ruedas de diferentes tamaños. La noche la pasó en un pajar.
Francisco Pardos, del C. N. Helios, batiendo el récord de 1.500 m. durante el Campeonato de Aragón de 1942.
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Corría con unas zapatillas de cuero, como las de los toreros; la plantilla la reforzaba con dos badanas de cuero, que daban una consistencia durísima a la suela.
La actividad atlética en Aragón pasaba largas etapas de abandono en aquella época y la situación laboral de algunos atletas también era precaria, motivo por el cual Joaquín Callao y Francisco Pardos escribían cartas a los clubes atléticos de Barcelona ofreciéndose a defender sus colores a cambio de una colocación, según informaba La Voz de Aragón el 4 de enero de 1934.
Pero Pardos permanecería en Aragón y aquel mismo año participaba en los “V Campeonatos de Aragón de Atletismo” luciendo los colores del Club Deportivo Amistad. También estuvo en el club Antiguos Exploradores, en el C. N. Helios y en el Español de Zaragoza.
Francisco Pardos guarda como un tesoro los recuerdos de aquellos años, fotografías y recortes de prensa en los que se recogen los brillantes resultados que obtuvo en los campeonatos de atletismo, pero también hablan de las descalificaciones por su participación en las carreras de los pueblos. Pardos recuerda que “las sanciones no duraban mucho tiempo porque la Federación se quedaba sin corredores”.
Fue la época de grandes atletas como Manuel Clavero, Alejandro Pérez, Clemente Góez, Julián Salillas, Francisco Mateo, Gerardo Aznar, Joaquín Callao, Alejo Romeo, Agapito Guillén o Rodolfo Antón, entre otros.
Le movilizaron durante la Guerra Civil, en marzo de 1937. Después ascendió a sargento efectivo y siguió de militar por un sueldo fijo aunque escaso. Primero estuvo en Vigo y luego regresó a Zaragoza, al Regimiento de Carros de Combate nº II, donde se hizo cargo del equipo de atletismo.
. Entre sus muchos éxitos recuerda algunas carreras especiales para él, como el “Campeonato de la 5ª Región Militar”, con llegada victoriosa en el actual paseo de la Constitución, y su primer puesto en la “VII Vuelta a Zaragoza”.Francisco Pardos Hernando nació el seno de una modesta familia de Fuentes de Jiloca el 4 de junio de 1914. Cuando apenas tenía un año de edad su familia se trasladó vivir a Zaragoza. En esta ciudad creció, padeciendo las dificultades propias de los jóvenes de la primera mitad del siglo XX.
Desde muy joven se inició en la práctica deportiva y todavía, en la actualidad, con sus 93 años, se le puede ver cada dos días realizando recorridos de más de dos horas por diferentes lugares de la capital. El Tercer Cinturón suele ser escenario habitual de sus caminatas, desde la avenida de Cataluña hasta el parque Primo de Rivera, pero antes anda varios kilómetros desde su domicilio, en las proximidades de la Puerta del Carmen hasta este lugar. Después regresa a su domicilio por la Gran Vía.
Pardos recuerda con una memoria envidiable su primera carrera. Tenía 14 años; estaba con su tío en Pina de Ebro y con varios amigos acudió a las fiestas de Nuez. Allí participó en una carrera pedestre que se disputaba en una era y obtuvo el tercer premio, consistente en 40 pesetas. Esa cantidad era lo que ganaba un albañil durante una semana. Los premios del primero y segundo clasificado eran de 100 y 60 pesetas, respectivamente.
Esta recompensa fue suficiente estímulo para que Pardos decidiera acudir a otras carreras que se celebraban por muchos pueblos de Aragón: Zuera, Almudévar, Gurrea, Grañén, Villanueva, Monegrillo, Farlete, La Almolda, Belchite, Calatorao, Perdiguera, Peñaflor, Gallur, San Juan…
Con 15 años participó en la “I Vuelta a Calatayud”. Salió de Zaragoza el día anterior con una bicicleta que el mismo había fabricado con las ruedas de diferentes tamaños. La noche la pasó en un pajar.
Francisco Pardos, del C. N. Helios, batiendo el récord de 1.500 m. durante el Campeonato de Aragón de 1942.
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Corría con unas zapatillas de cuero, como las de los toreros; la plantilla la reforzaba con dos badanas de cuero, que daban una consistencia durísima a la suela.
La actividad atlética en Aragón pasaba largas etapas de abandono en aquella época y la situación laboral de algunos atletas también era precaria, motivo por el cual Joaquín Callao y Francisco Pardos escribían cartas a los clubes atléticos de Barcelona ofreciéndose a defender sus colores a cambio de una colocación, según informaba La Voz de Aragón el 4 de enero de 1934.
Pero Pardos permanecería en Aragón y aquel mismo año participaba en los “V Campeonatos de Aragón de Atletismo” luciendo los colores del Club Deportivo Amistad. También estuvo en el club Antiguos Exploradores, en el C. N. Helios y en el Español de Zaragoza.
Francisco Pardos guarda como un tesoro los recuerdos de aquellos años, fotografías y recortes de prensa en los que se recogen los brillantes resultados que obtuvo en los campeonatos de atletismo, pero también hablan de las descalificaciones por su participación en las carreras de los pueblos. Pardos recuerda que “las sanciones no duraban mucho tiempo porque la Federación se quedaba sin corredores”.
Fue la época de grandes atletas como Manuel Clavero, Alejandro Pérez, Clemente Góez, Julián Salillas, Francisco Mateo, Gerardo Aznar, Joaquín Callao, Alejo Romeo, Agapito Guillén o Rodolfo Antón, entre otros.
Le movilizaron durante la Guerra Civil, en marzo de 1937. Después ascendió a sargento efectivo y siguió de militar por un sueldo fijo aunque escaso. Primero estuvo en Vigo y luego regresó a Zaragoza, al Regimiento de Carros de Combate nº II, donde se hizo cargo del equipo de atletismo.
El triunfo en el Campeonato de la 5ª Región Militar le cambiaría su vida. Le felicitó el general Sueiro y Pardos aprovechó para pedirle que le trasladara a África; el motivo era que allí se ganaba el doble de sueldo. Un mes más tarde Francisco Pardos hacía las maletas con destino a la Mejana de Gomara Nº 4, en el Rif. En el desierto pasó diez años y luego se trasladó a Las Palmas, ya de brigada, hasta que le llegó la edad del retiro. Después obtuvo una plaza de funcionario de Hacienda en Castellón, donde trascurrieron otros 30 años de su vida.
Su periplo por la geografía española concluyó hace 14 años. El destino le devolvió a Zaragoza, ciudad de la que guardaba muchos recuerdos, especialmente los relacionados con su trayectoria deportiva, pero también alguno bastante desagradable.
Francisco Pardos y Manuel Clavero
La relación de triunfos obtenidos en su trayectoria deportiva sería larga de reflejar; unos han pasado al olvido, pero otros permanecerán en los anales del atletismo aragonés. Francisco Pardos fue campeón de Aragón de 400 m. en 1936 y 1940; de 800 m. en 1934, 1935, 1936 1941 y 1942; de 1.500 m. en 1940 y 1942 y de 10.000 m. en 1935.
En los VI Campeonatos de Aragón de Atletismo, celebrados los días 15 y 22 de septiembre de 1935, Pardos venció en los 10.000 m. y en la segunda jornada batió el récord de 800 m. Al año siguiente, en estos campeonatos volvería a batir el récord de esta distancia, y repetiría en los campeonatos de 1941. En 1942 batió en de los 400 m. con un tiempo de 54.6 y el de 1.500 m. 4. 23. 4.
Participó en varios campeonatos de España y también iba a participar en la Olimpiada Popular de Barcelona de 1936 con el equipo de Aragón, pero nunca se llegó a celebrar.
Artículo publicado en la revista Atletismo aragonés, Julio 2008, número 5. Edita: Federación Aragonesa de Atletismo. Fotos: Archivo C. García.
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