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Antecedentes históricos
“Corrida de la torta” de Fuencalderas. Foto Ricardo Garcés
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Celedonio García Rodríguez
Las carreras pedestres más típicas y extendidas por toda la comunidad aragonesa eran las denominadas “
corridas de pollos”. En algunos pueblos, a veces, se alternaban con otras: “
corridas del arra, tarta, torta, rosca, roscón o manzana”; su nombre procede del premio que se entregaba al vencedor de la carrera. En ocasiones estos premios se concedían conjuntamente con los pollos. Hay pueblos en los que unos años la carrera se denominaba “corrida de pollos” y otros “
corrida del arra” o “
de la manzana”; y, a veces, un día se disputaba la de
pollos y otro la
tarta. Con frecuencia la de pollos se corría en la fiesta mayor y la
rosca o
manzana en las fiestas de barrio o de cofradía.
El premio de la
torta y la
manzana resulta confuso, así como las denominaciones: “
corrida de la torta” o “
corrida de la manzana”. Unas veces se entregaba al vencedor de la carrera una torta y otras una manzana, o las dos, como vemos en
Fuencalderas.
. Ricardo Garcés recuperó en el 2008 la “corrida de la torta” de Fuencalderas. Foto: Ricardo Garcés.
Ver información de esta carrera:http://aragonia-pedestrismo.blogspot.com/2008/09/corrida-de-la-torta-de-fuencalderas.htmlLa carrera de
Fuencalderas era similar a otras que se organizaban en el
Prepirinero y
Hoya de Huesca. La "
torta” o premio se situaba en la línea de meta esperando la llegada de los corredores con un 'espedo' (bastón) adornado con una
manzana, un
ramo de albahaca y, en la punta, empalada, una
torta especial, que según la tradición se tardaba más de cinco días en macerar.
En el
Pirineo entregaban de premio el "
arra", torta muy aderezada o buen pastel de confitura en el que lucían su habilidad los pasteleros de los pueblos vecinos. Era costumbre que el vencedor regalara el arra a una moza o forastero pudiente que recompensara la fineza. Otras veces se denomina rosco o rosca (“
correr la rosca"). Este nombre se daba en Senegüé
, Acumuer, Yebra de Basa, San Julián de Basa, Gésera, Biniés, Baraguás, Espuéndolas, Gracionépel, Novés… y en otros puntos del
Serrablo y
Jacetania.
En
Cartirana el vencedor de la “
corrida de la rosca” recibía una hermosa
torta y el segundo clasificado un
ramo de flores. En los pueblos de la
Guarguera se premiaba con
pollos o con el
rosco; en
Fenillosa se entregaba al vencedor el
rosco, al segundo se le obsequiaba con un
ramo y al tercero con un
chiflo. En
Gésera, Lasieso, y
Hoz de Jaca la prueba se denominaba “
corrida de pollos y/o
rosca”.
En
La Hoya y
Monegros también se premiaba con
tortas, roscas o
roscones. En
Chimillas la prueba se denominaba “
corrida del arra” y consistía en una
tarta de varios pisos; el vencedor la compartía con sus amigos. En
Tierz, para San Roque, se corría el “
arra” o la “
manzana”; el “
arra”, igual que en
Chimillas, era una tarta de varios pisos que se encargaba en alguna afamada pastelería de Huesca. En
Montmesa el vencedor solía donar el “
arra” a una mairalesa o moza del lugar. También se denominaba “
arra” en
Gurrea de Gállego y el premio era una magnífica
torta. En
Alcalá de Gurrea se disputaba la “
corrida de pollos” o “corrida
al estilo del país” y se premiaba con
pollos,
una torta y un ramillete, que se ofrecía a una moza del lugar.
. En
Almuniente, Torralba de Aragón, Lastanosa, Peralta de Alcofea, Velillas, Biscarrués, Bolea, Luna, Sierra de Luna, Las Pedrosas, Loscorrales... también se entregaba una torta o rosca al campeón. El vencedor unas veces la comía con sus amigos y otras la regalaba a una moza del pueblo.
En
Coscullano la
torta se llevaba colgada junto con los
pollos y luego se rifaba.
En las fiestas de Santa Águeda las mujeres disputaban la rosca,
rosco o
tarta; en
El Tormillo se denominaba “
carrera de la torta”; en
Poleñino “
de torteles o roscones”; en
Grañén, “
corrida del roscón”. En
Peralta de Alcofea corrían las
tortas los hombres en la festividad de Santa Águeda, después de ser bendecidas en la celebración religiosa.
Otras carreras que se premiaba con rosca o tarta eran las “
corridas de boda”; se disputaban después de la celebración religiosa y el vencedor la solía repartir entre los invitados. Eran típicas de la
Ribagorza,
Hoya y
Monegros (
Grañén, Sangarrén…).
La "
manzana" era otro premio habitual. Se elegía
la manzana más encarnada que se encontraba. Se llevaba colgada en la punta de una espada adornada con peladillas, caramelos y con un ramo de albahaca en el remate. Estas carreras las hemos encontrado en
Sesa, Bolea, Grañén,
Plasencia, Casbas, Tamarite... En
Sangarrén se premiaba con
pollos y con la
manzana. En
Loarre el premio era una
manzana, adornada con un
ramillete de albahaca, que se llevaba clavada en un palo. En el
Barrio Nuevo de Huesca, para la Virgen del Pilar, en la “
carrera al estilo del país” el vencedor recibía la clásica
manzana y varias pesetas. En las fiestas del Barrio
de San Martín de Huesca de 1913, “el vencedor de la carrera pedestre dedicó la clásica
manzana al Sr. Gobernador, quien después de corresponder espléndidamente a la delicadeza, la regaló, en un rasgo de simpatía por todos aplaudido, a los niños pobres del asilo de San José”.
Según los datos obtenidos, las denominaciones de “
carreras de la torta” y “carrera
de la manzana” se repiten en muchos lugares, como en
Fuencalderas, circunstancia que nos hace pensar que ambos premios, la
torta y la
manzana, se entregaban conjuntamente en algunas carreras.
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