31/12/16

Julián Salillas, el corredor de Lanaja

HISTORIA DEL ATLETISMO ARAGONÉS

Farlete (17-8-35): 1º Julián Salillas, de Lanaja (3º por la derecha); 2º Francisco Pardos, de Fuentes de Jiloca; 3º José Romeo, de Zaragoza; 4º Vicente Buisán; de Zaragoza; 5º Joaquín Callao, de Valdealgorfa.

Publicado en el programa de Fiestas de Lanaja del 2006 en honor a San Mateo

Celedonio García Rodríguez y José Antonio Adell Castán

Desde el siglo XIX las carreras pedestres fueron muy populares por todo Aragón. Se denominaban “corridas de pollos”, por ser estas aves de corral el premio que se otorgaba a los vencedores. Normalmente, el vencedor recibía tres pollos, el segundo clasificado dos y el tercero uno. Se organizaban durante las fiestas patronales o de cofradía, en un ambiente festivo. Con este nombre se programaron en las fiestas de San Mateo de los últimos años del siglo XIX y en los primeros años del siglo XX.

Corrida de pollos de Lanaja (23-09-2006) en homenaje a Julián Salillas. Foto: Celedonio García

La carrera de Lanaja

Era uno de los festejos más típicos y pintorescos de las fiestas de Lanaja. Así lo reflejan las crónicas de la época. El Heraldo de Aragón de 1917 decía: “En la carretera de Alcubierre se celebró una gran corrida pedestre, que presenció el pueblo en masa, y otra gran carrera de ciclistas”.

La carrera transcurría desde los olivares de Bastaras hasta el Saso. En otras ocasiones la prueba se disputó en la era de Bastaras o la del “Dedudo”.

Acudían los mejores corredores de la comarca (Ángel Maza, de Robres, o Antonio Elbaile, de Lalueza) que competían con los locales Antonio Sánchez “Pozán” y “Garraseca”.

En los años veinte los corredores de Lanaja mantenían gran rivalidad con los de Alcubierre, especialmente con “Cañete”. En aquellos años, para romper esta competencia, llamaron a los dos corredores más famosos de Aragón, los hermanos Dionisio y Vicente Magén, afincados en Montañana.

Una crónica del periódico El Día de 1923 reflejaba el ambiente de la prueba: “Durante las fiestas, ha llamado poderosamente la atención del vecindario el festival atlético organizado por los señores Lorda, Villagrasa y Gazol. Más de cuatro mil personas se congregaron con este motivo, abundando mucho el sexo bello y asistiendo las autoridades locales. Como principal número del festival, estaba anunciada una carrera de 10 kilómetros en pista (80 vueltas)”.

Los premios pasaron a ser en metálico y en la comarca pueblos próximos surgió una nueva generación de grandes corredores, algunos de los mejores de España: Antonio Gracia, de Salillas, que pertenecía al club Español de Barcelona; Eugenio Pérez y Valentín Rodellar, de Grañén; Ángel Mur, de Selgua; Ignacio Latorre, de Santalecina, o Bautista Peralta, de Sariñena. Tampoco podemos olvidar al popular “Sabatino”, que, aunque casi siempre llegaba el último, ofrecía divertidos espectáculos grotescos. Estos corredores disputaban los premios a afamados corredores procedentes de otros lugares de Aragón y de Cataluña: el olímpico Dionisio Carreras, Alejandro Pérez, Clemente Góez, Mariano Doñate o el campeonísimo catalán Salvador Tapias.

En Lanaja surgieron nuevos corredores en las décadas de los años veinte y treinta, entre otros, Julián Castillo, Amalio Oliver, Hipólito Zamora o los hermanos Amelio y Elías Vived. 

Julián Salillas, “el Simpato”

Julián Salillas, "el Simpato"
Entre todos los corredores najinos, el más destacado ha sido Julián Salillas, conocido con el apodo de “Simpato”.

Julián Salillas participó en todas las carreras de la comarca y también en las de Lanaja durante los años treinta. Aunque los corredores participantes eran de un gran nivel, Salillas consiguió vencer en Lanaja en 1930 y obtuvo puestos de honor en años sucesivos.

Pronto se fijaron en él por sus extraordinarias cualidades físicas y fue captado por los clubes atléticos. Muy pronto destacaría en competiciones nacionales. En el Campeonato de España de Maratón de 1933, celebrado el 9 de enero en Barcelona, Aragón volvería a triunfar por partida doble, con victoria individual y por equipos. En realidad, los cuatro primeros clasificados eran aragoneses, como lo había hecho en la edición anterior, aunque el tercer clasificado, Antonio Gracia, natural de Salillas, pertenecía a la federación catalana. El vencedor fue Alejandro Pérez y el segundo puesto lo ocupó Julián Salillas.

Julian Salillas encabezando el Campeonato de España de Maratón celebrado en Barcelona en 1933. Le siguen los también aragoneses Alejandro Pérez, de La Cartija Baja, y Antonio Gracia, de Salillas.

El corredor de Lanaja se consagró como uno de los mejores corredores españoles de la época, pero se prodigó poco por las competiciones federadas. Como otros muchos corredores, prefería participar en las carreras pedestres de los pueblos para optar a los premios en metálico. Sin embargo, estas pruebas estaban prohibidas por la Federación de Atletismo. Paco Alonso, entrenador seleccionador aragonés de los atletas de fondo reflejaba la situación de los atletas aragoneses, entre ellos Julián Salillas, en el siguiente comentario que se publicó en La Voz de Aragón el 2 de junio de 1933:

“Por la prensa nos hemos enterado de la proezas que realizan en la actualidad algunos atletas aragoneses en las numerosas carreras pedestres que organizan todos los años en algunos pueblos de nuestra región, con motivo de las fiestas en honor del patrón respectivo.

Por ejemplo, en la que se ha celebrado recientemente en el pueblo de Peñaflor hemos leído con gran sorpresa que nuestro gran campeón de España de Maratón de 1932, Victoriano Pérez, de La Cartuja Baja, se ha clasificado primero en una prueba de 12 kilómetros, venciendo a sus compañeros Gerardo Aznar, de Moyuela, reciente vencedor de la VI Vuelta a Zaragoza, y a otro maratoniano de gran calidad, como Julián Salillas, de Lanaja, clasificado en segundo lugar en la última Maratón celebrada en Barcelona el pasado año.

Nada tendría de particular esto de correr en los pueblos de la región, si no causase muy mal efecto que al publicar los resultados de las pruebas se indique los premios en metálico ganados por los vencedores, ya que, como nadie ignora, un corredor a pie no puede percibir ningún premio en metálico, porque entonces se les consideraría como ‘profesional’. Y ello, si llegase a oídos de los componentes de la Federación Española de Atletismo, traería consigo, sin pérdida de tiempo, una descalificación inmediata.

(…) Por si esto fuera poco en el mismo pueblo de Peñalba se celebró al día siguiente de la prueba a que hacemos referencia otra de la misma índole, y si se quiere con mayor cantidad de premios en metálico, que también fue ganada por el actual campeón de España de Maratón, seguido de Julián Salillas, de Lanaja, y el tercero fue un corredor catalán, de la provincia de Lérida”.

Julián Salillas participó en muy pocas competiciones federadas, aunque en todas ellas obtuvo extraordinarios resultados. En 1935 se clasificó en segundo lugar en la prestigiosa “VIII Vuelta a Zaragoza”, vistiendo la camiseta del C.D. Amistad. Llegó a meta por detrás de Clemente Góez.

En febrero de 1936 la Federación Aragonesa de Atletismo estaba formando el equipo que representaría a Aragón en el Campeonato de España de Cross, que se iba a celebrar el 8 de marzo en Madrid. Ya había seleccionado a algunos atletas, todos ellos conocidos en Lanaja por ser corredores habituales en la carrera pedestre de San Mateo, (Alejandro Pérez, de La Cartuja Baja; Clemente Góez, de Garrapinillos; Valentín Rodellar, de Grañén; Francisco Pardos, de Zaragoza, o A Guillén), pero faltaban dos corredores para completar el equipo. Por este motivo, para el primero de marzo convocó a participar en una prueba de selección a los siguientes atletas: Jesús Sus, de Gurrea de Gállego, Jerónimo Monje, Alejo Romeo, P. Pérez, Rodolfo Antón y Julián Salillas.

La carrera de 10.500 m. se disputó por el Cabezo Cortado de Zaragoza; venció Antón, seguido de Monje y de Salillas. El corredor de Lanaja, sin ninguna duda, tenía calidad suficiente para representar a Aragón, pero se había jugado su selección en una única prueba y quedó fuera.

De Julián Salillas se cuentan muchas anécdotas, una relacionada con un guardia. Estaba “el Simpato” y otro cazando cuando les dio el alto un guardia; el compañero de Julián Salillas no corría mucho, pero Julián entretuvo al guardia dando vueltas alrededor de una balsa y cuando el otro ya se había ido echó a correr sin ningún problema.

Retos y apuestas

Durante estos años, la presencia de Julián Salillas fue la gran atracción de la carrera pedestre de Lanaja. Después de la guerra acudió a Lanaja una nueva generación de corredores y se hicieron famosos los retos y apuestas que se disputaron en esta villa. Una apuesta tuvo como protagonista a Alberto Murillo, de Leciñena, que corrió contra un caballo; el caballo derrotaría al atrevido corredor.

En 1955 Pedro Sierra, de La Puebla de Híjar, y Manuel Blasco, de Urrea de Gaén, compitieron contra un tractor; corrieron unos 28 kilómetros a relevos. Sierra realizó unos 18 kilómetros y Blasco el resto. El tractor era un Lanz, de los primeros que hubo en la localidad. Se preparó un redondel yendo el tractor por fuera y los corredores por dentro. Al final venció el tractor, pero Sierra y Blasco fueron largamente ovacionados.

Aquel mismo año, Enrique Pamplona, iba en tercer lugar, puesto que ya no le quitaba nadie, y quiso hacer una “gracia”; se paró, diciendo que ya tenía asegurado el tercer puesto, cogió el botijo del agua y lo dejó caer. Todo el pueblo le abucheó y después, cuando fue a cobrar, el cura, que era el organizador de la prueba y el que pagaba, no le entregó el premio.

Otro año Sierra corrió contra varios mozos del pueblo que se iban relevando, dando una vuelta cada uno. En esta ocasión sí que vencería el bravo corredor de La Puebla de Híjar.
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Han pasado más de ochenta años de que el aragonés Alejandro Pérez se proclamara brillantemente Campeón de España de Maratón y la Federación Española de Atletismo todavía no ha restituido su descalificación

 HISTORIA DEL ATLETISMO ARAGONÉS



Alejandro Pérez finaliza brillantemente el Campeonato de España Maratón de 1935 en el encharcado recorrido por las calles de Barcelona, mejorando el anterior récord nacional establecido por Dionisio Carreras. Foto: Claret 


Celedonio García Rodríguez

Favio Arévalo publicaba en Las 2 Orillas el pasado verano un artículo titulado “La corona póstuma del campeón olímpico Jim Thorpe” del que extraemos las siguientes líneas.

“En los JJOO de Estocolmo en 1912, Jim Thorpe, llamado el gigante indio de Carlisle, fue el ganador contundente de las pruebas de decatlón y pentatlón, títulos que solo serían posibles para el atleta más completo de los juegos. Desafortunadamente apareció en una foto en un periódico sensacionalista con un equipo profesional de béisbol. Fue acusado de ‘profesionalismo’ y por lo tanto sancionado por el Comité Olímpico Internacional, despojándosele de sus títulos olímpicos, y se entregaron sus medallas a los atletas que habían quedado en las siguientes posiciones; éstos a su vez renunciaron a ellas como gesto de admiración por el verdadero y legítimo campeón.

El atleta estadounidense no superó jamás esta pérdida. Hasta su muerte en 1953 se la pasó casi 40 años reclamando el reconocimiento de sus títulos olímpicos, logrados según él con legitimidad. Pero este reconocimiento solo le llegó 30 años después de su muerte en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984 cuando sus nietos y herederos recibieron de Juan Antonio Samaranch las dos medallas que le habían sido retiradas”.

Primeros clasificados en el Campeonato de España de Maratón celebrado el 8 de enero de 1933 en Barcelona. Los cuatro primeros clasificados y el sexto fueron aragoneses. En la foto, de izquierda a derecha, Julián Salillas, de Lanaja (2º); Alejandro Pérez, de La Cartuja Baja (1º), y Antonio Gracia, de Salillas (Huesca) (3º). Por detrás el también aragonés José Romeo (4º). En sexta posición finalizó Alfredo Martínez.

Alejandro Pérez, un joven zaragozano del barrio de La Cartuja Baja, conquistó por segunda vez el título nacional de Maratón en 1935. Ya se había proclamado campeón de España en 1933 y en el podio le habían acompañado otros dos aragoneses, Julián Salillas, de Lanaja, y Antonio Gracia, natural de Salillas, pequeñas población altoaragonesa, aunque vestía la indumentaria de la selección catalana.

Alejandro Pérez venció rotundamente en el IV Campeonato de España de Maratón celebrado en 1935, batiendo el récord de España de la especialidad, que poseía el también aragonés Dionisio Carreras, natural de Codo, con un tiempo de 2 h. 50 m. 56 s. Pérez paró el cronómetro en 2 h. 42 m. 18 s. En segundo lugar se clasificó el catalán Juan Font, de la Unión Atlética Nurmi, realizando 2 h. 43 m. 14 s., que también era record de Cataluña.

En el reparto de premios un espectador, según las crónicas, acusó a Alejandro de ser Victoriano y de haber usurpado el nombre de su hermano al estar él descalificado por “profesionalismo”. La U. A. Nurmi presentó una reclamación y la Federación catalana suspendió la adjudicación del título nacional al ganador.

Finalmente, la Federación decidió excluir al aragonés de la competición. La duda que nos queda es el motivo exacto de la exclusión porque realmente Alejandro Pérez era Alejandro Pérez (en posteriores artículos intentaremos desentrañar la polémica que podría haber servido para un guión cinematográfico).

Los diarios, especialmente El Mundo Deportivo, organizador del evento, vertieron mucha tinta y de poco sirvió que se decantaran a favor del aragonés.

En la prensa se decía que España contaba con dos posibilidades olímpicas pensando en los próximos Juegos de Berlín. Un repaso de las marcas logradas en la prueba de Maratón de los Juegos Olímpicos aclaraba la cuestión:
  • 1896.- Atenas. Louis Spiridon, 2 h. 58 m. 50 s. 
  • 1900.- París. Michel Théato, 2 h. 59 m. 45 s. 
  • 1904.- Atenas. J. Hichs, 3 h. 28 m. 53 s. 
  • 1908.- Londres. John Joseph Hayes, 2 h. 55 m. 18 s. 
  • 1912.- Estocolmo, Kenneth McArthur, 2 h. 36 m. 54 s. 
  • 1920.- Amberes. Hannes Kolehmainen, 2 h. 32 m. 35 s. 
  • 1924.- París. Albin Stenroos, 2 h, 41 m. 22 s. 
  • 1928.- Amsterdam, Ahmed Boughera El Ouafi, 2 h. 32 m. 57 s. 
  • 1932.- Los Ángeles. Juan Carlos Zabala, 2 h. 31 m. 36 s.
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29/12/16

El Campeón de España de Maratón, Alejandro Pérez, sancionado a perpetuidad por la Federación Aragonesa de Atletismo



HISTORIA DEL ATLETISMO ARAGONÉS


Se quiere encauzar y extender el Atletismo puro en proporciones nunca alcanzadas y, como somos así en esta tierra, han sido descalificados a perpetuidad el campeón de España de Maratón y el Regional de 5.000 metros

Manuel Montaner, nuevo entusiasta secretario de la Federación Aragonesa de Atletismo y máximo responsable de la descalificación a perpetuidad de Alejandro Pérez y de Gerardo Aznar. Posa para As mostrando la magnífica copa donada por el exministro de Guerra, señor Azaña, para los próximos concurso. Montaner se lamentaba de la indiferencia de otras elevadas personalidades

Celedonio García Rodríguez

En 1933, tras un periodo de olvido y abandono en el atletismo aragonés, entra como secretario de la Federación de Atletismo un joven catalán, el señor Montañer, que surge como la estrella en Oriente para iluminar la nueva etapa de renovación. Con él trabajan los señores Morales, teniente de la Escuela Central de Gimnasia, Marqueta y Ejarque.

La labor del nuevo secretario se deja ver inmediatamente en la prensa, enviando comunicados e instrucciones casi diarias, según comentaba Miguel Gay en un amplio reportaje sobre el atletismo aragonés publicado en el diario As.

Una de las primeras actuaciones de la renovada Federación consistió en descalificar a perpetuidad a Victoriano o Alejandro Pérez y a Gerardo Aznar.

Victoriano Pérez, campeón de España de Maratón el año anterior, era “un muchacho de veinte años, de la Cartuja, sin preparación, sin entrenamiento, sin estilo, solo provisto de las admirables cualidades de la raza que batió el ‘record’ de España de Maratón”.

Gerardo Aznar, natural de Moyuela, era campeón regional de 5.000 m. y también significaba una personalidad de Aragón en las carreras a pie.

Según el anónimo autor del artículo, probablemente Miguel Gay, predecía que ese excesivo rigor de los federados produciría un atletismo de vía estrecha. Ambos atletas habían sido sancionados por no haber sido disciplinados en la práctica del “amateurismo rabioso” que los directivos pretendían.

En los pueblos aragoneses no hacen “carreras”, hacen “corridas”

En el artículo se proponía estudiar otro procedimiento para educar a los atletas de los pueblos que no eran atletas. En los pueblos no hacen carreras, hacen “corridas”, donde no se disputan diplomas, ni copas, ni medallas, sino unos pollos o unos duros. Así se han hecho corredores.

A estos corredores se les había buscado, “importado”, para que alcanzaran prestigio para la región y no era justo que luego se les cargase el sambenito de una descalificación.

El autor del artículo comparaba la actuación de los aragoneses con lo que sucedía en el resto de España y en las Olimpiadas: “A cada paso se descubren en España, especialmente fuera de España, casos de marronismo que nadie quiere ver. En las olimpiadas se prescinde del juramento “amateur”… y en España (Aragón) se pulveriza a un campeón porque corre por los pueblos.

Gay criticaba el “extremismo exagerado de unos puritanos”. El señor Montaner con un entusiasmo y pasión desbordante quería retroceder a los tiempos clásicos, a las olimpiadas griegas sin darse cuenta de que habían pasado más de veinte siglos.

Su ideal de regeneración con actuaciones como “el examen médico obligatorio y general hasta en los rincones más apartados de de los pueblecitos perdidos en la esmeralda de los campos o entre las peñas montañeras…”, estaban muy lejos de la realidad.

Carrera de las fiestas del Pilar de 1921, con salida de la Plaza de Aragón y llegada en el Cabezo de Buena Vista.  Tiempos heroicos  en los que participaban "amateurs" y "profesionales" de cinco duros, y en las que algunos corrían descalzos, igual que en sus pueblos

Miguel Gay auguraba que “las clásicas ‘corridas’ en Aragón, sin otro reglamento que conceder el primer premio al que llega primero, ni otra consideración en estos tiempos ya, sino que los premios sean en metálico, sin severidades en el vestuario —muchos corren descalzos―, esas clásicas corridas perdurarán, y en ellas se harán, como se han hecho, esos hombres enjutos, fibrosos, que llegan a la ciudad y admiran a las gentes por sus excepcionales condiciones. Hay una cantera inagotable, pero lo que no se puede hacer es despreciar por olimpismo esos frutos sin desbastar.

Reflexionen un poco y vean si en cualquier país prescindirían de un campeón maratoniano porque en un pueblecillo de cuatro calles y doce casas ‘echara’ un desafío y ganara veinte duros”.

En opinión de Miguel Gay, el portentoso entusiasmo de aquellos hombres de la Federación Aragonesa de Atletismo tenía como inconveniente el pensar demasiado idealmente. Una reflexión les volvería en sí, teniendo en cuenta que la Federación no tenía vida propia, vivía de las subvenciones y la única efectiva era la de la Comisión de Festejos y a cambio tenían que poner sus atletas puros, purísimos, a la exposición de los papanatas de unas fiestas callejeras.

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Los inicios del atletismo en Zaragoza


HISTORIA DEL ATLETISMO ARAGONÉS

Equipo de Aragón en el Campeonato de España de Cross de 1923 celebrado en San Sebastián. En la foto: Marín, Magén, Gracia, San Juan, Peña, Dionisio Magén y De Miguel

Celedonio García Rodríguez

En un artículo publicado en 1933 por Miguel Gay en el diario As sobre la descalificación a perpetuidad de Victoriano Pérez y de Gerado Aznar, Gay hacía un recorrido por la breve historia (1923-1933) del atletismo aragonés, que recogemos a continuación.

La mayor parte de los atletas que destacaron en estos años surgieron en los pueblos y fueron “importados” (según expresión del autor del artículo) para dar prestigio a esta región.

Carrera de las fiestas del Pilar de 1921, con salida de la Plaza de Aragón y llegada en el Cabezo de Buena Vista. 

“En Zaragoza ha habido épocas de rutilante fulgor atlético. Han coincidido con el enorme esfuerzo de unos “chalaos”. Desaparecidos aquellos, quedaba únicamente el pomposo esqueleto de un nombre deslumbrante; por ejemplo, Asociación Aragonesa de Cultura Física, Asociación Aragonesa de C.F., Federación Atlética Aragonesa, y solo eran unos buenos aficionados, anacoretas del deporte, que imploraban de dos clubes ricachos los mendrugos de su festín.

En aquel tiempo, Emiliano Lorda, De Miguel, Dosset, Lafuente iniciaron movimiento.

Recordamos aquellas mañanitas brumosas del invierno en que a los ojos atónitos de los pacíficos “torreros” del Picarral llegaban los atletas, y, desnudos, simplemente con el leve “maillot”, se lanzaban por la carretera de Francia hasta la ermita de San Gregorio. Entonces aprendimos el olor nauseabundo de la embrocación —los futbolistas no emplean sino el agua clara o la saliva para sus músculos desgarrados por los terribles campos duros―, entonces comprendimos el admirable temple de los pobres atletas.

Ese camino del Picarral fue el escenario de las primeras conquistas del ideal atlético aragonés.

Por aquella época surgió Dionisio Magén. Dionisio Magén de Montañana acudió a una fiesta atlética para participar en una prueba de fondo. No tenía estilo, no tenía forma, pero empezó a dar vueltas al campo y venció en la carrera de 12 kilómetros.

Su figura dio auge al atletismo regional. Con él se incorporaron figuras de tanto relieve como San Juan, y otros lugareños de los pueblos próximos, y surgió en la misma forma Dionisio Carreras, cuyo estilo personal, de pasitos cortos y rápidos, que, recibido con franca risa, causó luego sorpresa y después admiración.

El maratoniano Dionisio Carreras, de Codo,  fue olímpico en París en 1924 y consiguió el record de España con 2 h. 50' 56"

Perfeccionó el estilo y fue campeón de España de Maratón, y nos representó brillantemente en Amberes.

Burges, el atleta más completo de Aragón en aquella época

Por otra parte, la estancia en Zaragoza de Juanito Artiach, que alcanzó el ‘record’ nacional de salto de anchura; el magnífico esfuerzo de J. A. Burges y de Aznar y de Jacobo Cano, nombres que todos recordamos, contribuyó a que el atletismo alcanzara gran relieve.

San Juan atleta admirable por su perseverancia y entusiasmo más que por sus facultades

Alonso, un chico catalán entusiasta, movió todavía más el tinglado. Pero siempre coincide el esplendor del deporte atlético con la presencia de de los ‘chalaos’ que se entregan a él. Desaparecidas esas figuras, el deporte muere y se arrastra lánguido, como ha ocurrido hasta ahora”.

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17/12/16

"Historias y anécdotas de los pueblos de la Hoya y alrededores" en Murillo de Gállego

CHARLA CON PROYECCIÓN

Historias y anécdotas de los pueblos de La Hoya y alrededores

Murillo de Gállego
Sábado, 17 de diciembre de 2016
Salón del Ayuntamiento, 18:00 horas

Por:
José Antonio Adell Castán y
Celedonio García Rodríguez

Hoya de Huesca
Ayuntamiento de Murillo de Gállego
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5/12/16

Historias y anécdotas de los pueblos de la Hoya y alrededores en Lupiñén


CHARLA CON PROYECCIÓN

Historias y anécdotas de los pueblos de La Hoya y alrededores

Lupiñén
Sábado, 10 de diciembre de 2016
Salón del Casino, 17:00 horas

Por:
José Antonio Adell Castán y
Celedonio García Rodríguez

Hoya de Huesca
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4/12/16

Historias y leyendas de nuestros pueblos en La Almolda (Zaragoza)



Charla con proyección 

Historias y leyendas de nuestros pueblos

José Antonio Adell Castán y 
Celedonio García Rodríguez

La Almolda
Jueves, 8 de diciembre de 2016
18:00 horas

Organiza: 
Ayuntamiento de La Almolda
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30/10/16

Brujas y seres mágicos de Aragón para una Noche de Ánimas en Leciñena (Zaragoza)


CHARLA CON PROYECCIÓN
Para todos los públicos

Brujas y seres mágicos de Aragón para una noche de ánimas

Leciñena (Zaragoza)

Biblioteca de Leciñena
Lunes 31 de octubre de 2016, 18:30 horas

POR: 
 José Antonio ADELL CASTÁN y 
 Celedonio GARCÍA RODRÍGUEZ 

ORGANIZA: 
Biblioteca Pública Municipal de Leciñena
Comarca de los Monegros
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24/10/16

Brujas, demonios, encantarias y otros seres mágicos para una noche de ánimas en La Fueva (Huesca)



CHARLA CON PROYECCIÓN
Para todos los públicos

LEYENDAS ARAGONESAS
Brujas, demonios, encantarias, gigantes y otros seres mágicos para una noche de ánimas

Tierrantona (Huesca)

Biblioteca de La Fueva

Viernes 28 de octubre de 2016, 19:00 horas

POR: 

José Antonio ADELL CASTÁN y 
Celedonio GARCÍA RODRÍGUEZ 

ORGANIZA: 

Biblioteca de La Fueva
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23/10/16

Leyendas aragonesas para la Noche de Ánimas en el IES Parque Goya (Zaragoza)



LEYENDAS ARAGONESAS
Brujas, demonios, encantarias, gigantes y otros seres mágicos para una noche de ánimas

28 de noviembre de 2016

IES Parque Goya
Zaragoza
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22/10/16

Leyendas aragonesas para una noche de ánimas en Monreal del Campo (Teruel)



CHARLA CON PROYECCIÓN
Para todos los públicos

LEYENDAS ARAGONESAS
Brujas, demonios, encantarias, gigantes y otros seres mágicos para una noche de ánimas

Monreal del Campo (Teruel)

XIII JORNADAS DEL AZAFRÁN 

Casa de Cultura
Sábado 22 de octubre de 2016, 19:00 horas

POR: 

José Antonio ADELL CASTÁN y 
Celedonio GARCÍA RODRÍGUEZ 

ORGANIZA: 
Ayuntamiento de Monreal del Campo
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7/10/16

XXV Aniversario de la Asociaciación "Gaiteros de Aragón"

25 años templando gaitas

Cartel del XXV Aniversario de la Asociación Gaiteros de Aragón. La imagen recoge una actuación típica de los gaiteros amenizando las "corridas de pollos". Julio García Condoy: "Ya llega el vencedor", 1919

La "AGA" (Asociación Gaiteros de Aragón) cumple años, está de aniversario. Son ya 25 años templando gaitas. Y, para celebrarlo, han preparado un programa de actos con exposiciones, talleres, conferencias y "música por un tubo" entre los días 21 y 29 de octubre en el Centro Joaquín Roncal (C/ San Braulio, 5-7, Zaragoza).

¡¡¡NINGUNA FIESTA SIN GAITEROS!!!
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6/10/16

El corredor maellano Marcelino Monreal nos ha dejado


Celedonio García, Marcelino Monreal, Daniel Bondía, Francisco Albesa "Panixera" y Fernando Barberán en la carrera pedestre del 10 de agosto de 2007. Foto: Archivo Daniel Bondía

El pasado 23 de septiembre, a la edad de 91 años, falleció en Nonaspe uno de los corredores históricos maellanos más destacados de la villa, Marcelino Monreal.

Marcelino Monreal, uno de los corredores más destacados de Maella, ha llevado el nombre de su localidad natal por toda la geografía española. Foto: Archivo Celedonio García

El corredor de Maella Brilló con luz propia en los años cuarenta y cincuenta, y junto con otros corredores locales como Pío Capacés "Pío", Fernando Viver, Joaquín Pallás, Fernando Barberán o Manuel Albesa "Panisera", Antonio Celma “Celma”, Serapio Vallespí “Serapio” o Mariano Liarte “Ferro”. Todos ellos mantuvieron viva una de las tradiciones locales más antigua, la “Carrera pedestre”, “Corrida de pollos” o “Correguda de galls”.

Durante tres décadas, las dos últimas décadas del siglo pasado y la primera de este siglo, teníamos marcada la fecha del 10 de agosto para participar en la carrera pedestre de Maella (en los últimos años realizando la función de comentarista). Al llegar a Maella no tardábamos en recibir abrazos de los antiguos corredores que fieles a reconocimiento público de la villa eran los primeros en aparecer por el escenario de la carrera.

"Homenaje als corredors de galls", acompañados de los gaiteros de la A.G.A. Maella 1993. Agachado Marcelino Monreal. Foto Daniel Bondía


En 1993, con gran acierto, el Ayuntamiento rindió un merecido homenaje “ALS CORREDORS DE GALLS”. Allí estaban los ya citados y algunos más, acompañados de una docena de gaiteros de la AGA, que tocaron entre otras la típica melodía de "corregudes de galls" de Maella, conocida como "La Balbina", interpretada en otros tiempos por el "Tío Severo". Con José Antonio Adell tuvimos la oportunidad de compartir con los homenajeados recuerdos de nuestro deporte impartiendo una charla y elaborando un folleto sobre las carreras de Maella (Las corridas de pollos o corregudes de galls de Maella).

 

Corredores maellanos: Fernando Barberán, Manuel Albesa "Panixera", Esteban Frigola "Lo Chorret" y Marcelino Monreal en Maella. Foto: Archivo Celedonio García

El paso del tiempo no perdona y hace tres años, a comienzos de 2013 no abandonó Francisco Albesa “Panisera” (Manuel Albesa "Panixera", de Maella, ha fallecido). Daniél Bondía nos informó de su fallecimiento y hoy, otra triste noticia de Daniel Bondía nos hacía recordar a Marcelino Monreal, su agradable trato, su bondad o el regalo que supone en la vida conocer a personas como Marcelino.

 

Folleto elaborado por José Antonio Adell y Celedonio García recogiendo la historia de las

Marcelino Monreal, representando a los corredores locales, da la salida a los participantes del "Gran Premio de San Lorenzo, Maella 10 de agosto de 2009. Foto: Celedonio García 

Uno de los últimos años que acudimos a Maella con motivo de la carrera pedestre, Marcelino nos llevó a su casa, a su modesta casa. Compartió con nosotros su comida, nos mostró su pequeño “museo”, fruto de sus habilidades elaborando cucharas, flautas y otros objetos con cañas y calabazas, y nos enseñó su álbum de recuerdos, dedicado casi exclusivamente a las carreras pedestres en las que participó de joven.


Marcelino Monreal dispuesto a dar la salida a los corredores. Maella, 10 de agosto de 2010. Foto: Celedonio García 

Marcelino nos ha dejado, pero su recuerdo permanecerá siempre vivo entre quienes tuvimos la oportunidad de conocerle y descubrirán su huella cuantos atisben en la historia del deporte de Maella o en la cultura popular y tradicional de tan hermosa villa.

Recuerdos de Marcelino Monreal

Marcelino Monreal, con la indumentaria de la época, acompañado de unos amigos. Foto: Archivo Celedonio García


Carrera pedestre en Alcarraz. El primero por la izquierda es Manuel Blasco, de Urrea de Gaén, y el segundo Marcelino Monreal, de Maella. Venció Pedro Sierra, de La Puebla de Híjar. Años 50. Foto Archivo Marcelino Monreal

Carrera pedestre de Maella (1949 o 1950): Fernando Barberán, Felipe Montañés (músico de Valdeltormo), "Lo Chorret", "Cunillet" y Marcelino Monreal. Foto: Archivo Celedonio García
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2/10/16

Las "Corridas de Peatones" en Albalate del Arzobispo (Teruel)


Participantes en la carrera pedestre de Albalate del Arzobispo del 2004. Foto: Celedonio García

Celedonio García y José Antonio Adell
(Artículo publicado en el Programa de Fiestas de Albalate del Arzobispo de 2015: Fiestas Patronales en honor de Ntra. Sra. de Arcos. Albalate del Arzobispo, del 24 al 28 de septiembre de 2015)

En Albalate del Arzobispo, a principios de siglo XX, se hacían corridas en las fiestas en honor a la Virgen de Arcos y también en las fiestas de barrio dedicadas a San Ramón Nonato, las de la Virgen del Tremedal, San Roque, San Miguel y en las del Santo Ángel de la Guarda.

Antes de dar comienzo, todos, acompañados de la dulzaina y tamboril, se desplazaban al lugar donde se disputaba la corrida de pollos. La carrera de las fiestas de la Virgen de Arcos también se denominaba “corrida de peatones” y, a diferencia de las carreras de los barrios, muy pronto se comenzaron a entregar a los vencedores premios en metálico, mientras que en las carreras organizadas en los barrios permanecieron los premios consistentes en pollos (también con conejos).

En esta villa existía una gran afición a las carreras, motivo por el cual surgieron numerosos corredores; entre los más destacados habría que citar a Manuel Gazulla y Elías Gargallo, de finales del siglo XIX y comienzos del XX; José Pérez, Isidro Pina, Domingo Gracia, Isidro Gómez y Manuel Lucea, en los años veinte; José Casorrán, Rafael Lasmarías y Jesús Félix, en los años treinta; y en los años cuarenta y cincuenta, Joaquín Pérez Anadón, conocido como “Serrano el corredor”, Antonio Pina o Antonio Pastor Gracia “El Portillo”, ya a finales de los años cincuenta y principios de los sesenta.

En 1957 Antonio Pastor participó en el Campeonato de España de Cross en Santander, quedando en el noveno puesto de la prueba, con el "club" del Frente Juventudes, único club deportivo existente en la época.

En una de las carreras de pollos que participó en Andorra, en sus fiestas patronales, se ganó una prima de 900 pesetas, que para aquellos tiempos era mucho dinero.

Solía correr con Pedro Sierra (La Puebla de Hijar), Blasco (Urrea de Gaén) Laguardia (Valjunquera), García (Lérida), etcétera.

El ambiente de las carreras de los barrios queda reflejado en varias crónicas que extraemos del Heraldo de Aragón. En las fiestas de San Ramón Nonato de 1903, el 2 de septiembre por la tarde, “los cabezudos, danzantes, rondalla, tamboril y dulzaina, se trasladaron acompañados de inmenso gentío a sitio competente para celebrar la corrida de pollos. Santiago del Río llamó la atención al presentarse con su jaca enjaezada y vestido de torero”. Posteriormente, “a las seis tuvo lugar el célebre baile del pollo, premiándose a Mariano Brinquis y a su primo Pascual”.

En las mismas fiestas de 1910, Ricardo del Río escribía: “Se han verificado con extraordinaria concurrencia, solemnes funciones religiosas, corrida de peatones, baile del pollo, bailes públicos de dulzaina y tamboril. En la corrida de peatones ganó la primera el joven de esta localidad Antonio Bernad el Blanqueador y en el baile del pollo fue adjudicado el premio único a Manuel Lucía Mora”.

En la fiesta del Santo Ángel de la Guarda de 1926 la carrera se celebró el primero de octubre. A las tres de la tarde las dulzainas y tamboril recorrieron las calles de la población, anunciándose la corrida de peatones por medio de bando. Los premios consistieron en tres hermosos conejos para el primer clasificado, dos para el segundo y uno al tercero.

A continuación hubo corrida de entalegados; los tres primeros clasificados recibieron 5, 4 y 3 pesetas, respectivamente. Y después corrida de mujeres con cántaros llenos de agua a la cabeza, con los mismos premios que la de entalegados. Las talegas y los cántaros corrían por cuenta de los corredores.

Hombres participando en la "corrida del pollo". Los calzoncillos quedaban a la vista. Foto del archivo de Francisco Binaburo incorporada con posterioridad a la publicación del artículo en el Programa de Fiestas de 2015

Pero sin ninguna duda, las carreras más importantes eran las que se celebraban para las fiestas patronales de la Virgen de los Arcos. Corrían por la rambla derecha del río Martín, cubriendo una distancia de unos cuatro kilómetros, descalzos por un terreno cubierto de guijarros y maleza; iban desde el Puente hasta la “Piedra de la valla”, donde ponían la bandera, a la que había que dar la vuelta. Antaño también se corrió en el “Sasillo”. Posteriormente se ha corrido en el campo de fútbol, en la plaza de toros y por las calles.

Los premios que se entregaban a los tres primeros clasificados, a finales del siglo XIX, consistían en: 30, 15 y 10 pesetas, respectivamente. Estos premios, considerables para la época, permanecerías durante la primera década del siglo XX. En 1899 se los adjudicaron: 1º Juan Obón, de Muniesa; 2º José Marín, de Ariño, y 3º Antonio Miravete, de Andorra. Nuevos corredores llegarían a comienzos del nuevo siglo. En 1903 venció Telesforo Marín, de Ariño, seguido de Manuel Gazulla y de Elías Gargallo.

En el año 1911 se adjudicó las 30 pesetas Mariano Hernández, de Paniza; segundo llegó Manuel Mercadal, de Blesa, y el tercero Telesforo Marín de Ariño. Según Ricardo del Río, corresponsal del Heraldo de Aragón, los primeros hicieron el recorrido de 4 kilómetros en 10 minutos, con escasa diferencia uno de otro.

Comprobamos que acudían corredores de poblaciones diversas, muestra del arraigo y solera de la prueba. Ricardo del Río, escribía en 1913: “La corrida de peatones de antaño se celebra el día 27 por la tarde, a la que concurren los mejores corredores de la región”.

Vencedores de la Corrida de pollos de 1999 con sus respectivos premios. Foto: Celedonio García

La crónica de El Noticiero refleja la heroicidad de estos corredores: “Se celebró en la rambla derecha del río Martín. No acierto a comprender como hacen. Descalzos, por encima de un piso lleno de guijarros y malezas, con el afán del luchador en el espacio de siete minutos recorren tres kilómetros de distancia. Vencieron el corredor de Blesa en primer término, en segundo un albalatino, y se llevó el tercer lugar un corredor de Vinaceite.

Tomó en sus manos la bandera el vencedor de Blesa y seguido de la música y de todas las autoridades, hizo su entrada triunfal en las casas de la villa, en donde el ilustre Ayuntamiento tenía preparado un buen refresco para toda la concurrencia”.

Igualmente significativa era la crónica de El Noticiero de 1917. La carrera se celebró después del concurso de jota con la rondalla. “Terminada ésta, todo el pueblo, con la banda de música y las autoridades precedidas de la bandera española, hemos ido por la calle de Rivera al río en donde por su rambla tienen lugar las corridas pedestres. Era pintoresco ver desde las barbacanas del puente y antepechos de la carretera, una muchedumbre de más de 4.000 almas, que presenciaba la corrida (entre la muchedumbre un buen ramillete de jóvenes guapas). Ocho corredores han salido; cuatro kilómetros constituía la carrera y se han disputado el primer premio los dos primeros, quedando vencedor por tres pasos Manuel Mercadal, de Blesa; llegando el segundo Silvestre Blasco, de Urrea, y poco después, Francisco García, de Alcorisa. Los premios han sido 30, 15 y 10 pesetas, respectivamente”.

Salida de la carrera pedestre de Albalate del Arzobispo del 2007 entre la multitud que abarrota el circuito. Foto: Celedonio García

Al año siguiente los premios se incrementaron a 40, 25 y 15 pesetas, respectivamente. La corrida de peatones se celebró en el escenario habitual del río, a las cinco de la tarde, y Manuel Mercadal, de Blesa, volvió a repetir triunfo, seguido de Julián Fuentes, de Azuara, y del urreano Silvestre Blasco.
Nuevos corredores llegarían en 1919. Los premios, aumentados a 60, 40 y 20 pesetas, respectivamente, los consiguieron: José Pérez, de Lécera, Isidro Pina y José Pérez Soro, de Albalate.

En 1920, el corresponsal del Heraldo de Aragón, José del Río, comentaba la ausencia de corredores de la comarca: “Llamó la atención que no concurriera al concurso ningún forastero, pues se da el caso que, según me afirman personas ancianas, es la primera vez que un vecino del pueblo se lleva la primera en corrida de tal importancia, por lo que al llegar a la meta, así como al presentarse con la bandera a recibir el premio fue recibido con la mar de aplausos y vivas”.

La Crónica de Aragón de este año también dedicaba un apartado a las “corridas de peatones”, destacando la categoría de esta carrera: “Con una asistencia numerosísima se celebraron las carreras pedestres en el río, lugar ideal para este espectáculo por su excelente posición topográfica. Aquí, donde se disputan todos los años el campeonato regional tantos corredores, en el presente vencieron los de Albalate, pues obtuvieron los tres premios de 60, 40 y 20 pesetas, respectivamente, José Pérez, Manuel Lucea y Domingo Gracia; el primero ha obtenido este año seis primeros premios en otras tantas corridas”.

Las carreras siguieron conservando el mismo interés en años posteriores. En 1922, año en el que se inauguró la instalación eléctrica de la iglesia, participó en el “concurso de corredores”, según se denominaba en El Noticiero, el atleta que dos años más tarde sería el primer olímpico aragonés, Dionisio Carreras, de Codo, pero no obtendría el deseado triunfo en sus primeras participaciones. Venció Pedro Lou, de Blesa, seguido del citado Dionisio Carreras y de Silvestre Blasco, de Urrea de Gaén.

En descargo de Dionisio Carreras, debemos decir que era especialista en pruebas de largas distancias. Al año siguiente, en 1923, obtendría la tercera plaza; obtuvo el triunfo José Blasco, de Azaila, seguido de Pedro Lou, de Blesa.

En 1924, recién finalizada la Olimpiada de París, en la que Dionisio Carreras había obtenido un brillante octavo puesto en el maratón, el corredor de Codo pudo vencer, en reñida pugna con sus más inmediatos perseguidores. En segundo lugar finalizó un joven atleta local, Isidro Gómez, de 19 años.
En 1926 terminó vencedor Basilio Ezquerra, de Vinaceite, seguido de Antonio Ginés, de Andorra, y de Justo Gascón, de Albalate. Al año siguiente Basilio repetiría triunfo, seguido de Pedro Mateo de Gargallo y del local José Casorrán.

Participantes en la carrera pedestre de Albalate del Arzobispo de 2009 acompañados de los "Gaiteros del Bajo Aragón" que amenizaron las carreras interpretando las típicas melodías de corridas de pollos. Foto: Celedonio García

La afluencia de forasteros para presenciar la carrera era enorme, como señala el Heraldo de Aragón en la crónica de 1928: “En la corrida pedestre obtuvieron los primeros premios: José Sebastián, de Oliete, seguido de Basilio Ezquerra, de Vinaceite, y de José Casorrán (a) Apañé, de Albalate; este último, a no haber caído en el río hubiese llegado quizá en primer lugar. Mala suerte. La tarde fue espléndida y el público concurrió con una afluencia enorme de forasteros y del lugar”.

En 1930 la animación fue enorme, especialmente por el triunfo de dos locales ocupando las dos primeras posiciones, José Casorrán y Rafael Lasmarías, respectivamente. En tercer lugar finalizó José Sebastián, de Oliete.

En 1932 venció Rafael Lasmarías, de Albalate, seguido de Manuel Blesa, de Blesa y de Pedro Sevil, de Samper de Calanda.

En 1934 participaron muchos corredores. El triunfo se lo adjudicó Antonio Ezquerra, de Vinaceite, seguido de dos albalatinos, Rafael Lasmarías y Jesús Félix.

Los premios de 1919 se mantuvieron hasta después de la Guerra Civil. En los años cuarenta esta prueba perdió su tradicional denominación de “corrida de peatones” y pasó a denominarse genéricamente carrera pedestre, aunque algunos años, como en 1948, se anunciaba como “gran carrera pedestre” por la cuantía de los premios, que alcanzaban la cantidad de 3.000 pesetas.

Manuel Blasco, destacado atleta de Urrea de Gaén, venció en 1950, todavía en la rambla del río; en 1953 y en 1956, este último año en la plaza de toros y con rivales como Pedro Sierra, Luis García, Fernando Avión, Francisco Guardia y Jesús Gracia.

Luisa Larraga e Hicham El Amrani, vencedores de la carrera pedestre de 2009, bailando la "Jota de los pollos" interpretada por los "Gaiteros del Bajo Aragón". Foto: Celedonio García

Por Albalate desfilaron todos los grandes corredores de esta comarca y otras próximas, como Sierra, Royo, Bielsa, Blasco, Alcaine o Guardia; otros aragoneses como “El Cartujano”, Murillo, Binaburo, Pamplona, Martín..., y de España: Rojo, Baldomá, García, Molins, Haro... Una muestra de la notoriedad de esta carrera se puede comprobar en el programa de fiestas de 1970. Dice: “Día 28, a las cuatro y media de la tarde, en la plaza de toros, tendrá lugar una gran carrera pedestre con la participación de atletas de renombre internacional”. El escenario sería unos años la rambla del río, otros la plaza de toros, pero el ambiente siempre impresionante, tal como corresponde a la tradición local por las carreras.


En los últimos años la prueba se disputaba a veinte vueltas en un circuito urbano que trascurría desde la plaza del Convento hasta la plaza Nueva, más conocida como plaza de los joteros. Los vencedores de las últimas décadas han sido: Javier Cortés, Fernando Díaz, Miguel Ángel Antón, Rachid Damoun, Luis Javier Alonso, José Luis Rodríguez, Hicham Lamalem, Javier Ferrando Treviño, Redouan Benarafa, Abelghani Elhassany, Hicham El Amrani y Jaouad Boulame. Y en mujeres: Carmen Félix, Laura Rosell, Raquel Llamas, Laila Daoud y Luisa Larraga.
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25/9/16

Rayo reina en Lanaja


El caballo derrotó a los atletas en el desafío del pueblo monegrino Un millar de espectadores acudió a la carrera, que tuvo gran colorido
Rayo, con Manceñido, Larrosa, Fuentes y Funes. - Foto:R. M.


R. MARTÍ
El Periódico de Aragón, 25/09/2016

Rayo, un caballo de 14 años montado por Rafael Alayeto, llegó este año en plena forma a la XIX edición del Desafío Hombre contra Caballo. En el 2015 el animal tuvo mala suerte. Fue igualado con los corredores y en el último tercio le dio un tirón en su pata delantera.

Esta vez Rayo llegó con más ganas que nunca al circuito elíptico de 250 metros de tierra que se trazó en la zona polideportiva de la localidad monegrina. Cada uno de los atletas dio cinco relevos de 125 metros, media vuelta con un total de 2.500 metros por un terreno muy irregular, áspero, con tierra dura, tierra blanda y matojos. Desde el comienzo Rayo dio un tirón y dejó helado a Samuel Funes. El caballo no quería sorpresas. Al segundo relevista, Iván Manceñido, ya le sacaba media vuelta en medio de la polvareda y cuando cogieron el testigo César Larrosa y Daniel Fuentes el animal ya les sacaba casi cien metros.

Desde entonces y hasta el final Rafael Alayeto se dedicó a mantener las distancias. Los pundonorosos atletas se mostraron impotentes ante la superioridad de Rayo. Los corredores se mostraron realistas. "Aquí nada podría haber hecho ni el propio Usain Bolt", afirmaba con resignación Fuentes, el chico de Arándiga.

Con una carrera tan sosa, lo mejor fue el envoltorio. Celedonio García es un seguro de vida animando desde la megafonía. Se calentó el ambiente con la pollerada. En chicos ganó Mohamed Farih a Eduardo Menacho y Mustafá El Qayali. En mujeres dominaron tres chicas de Alfredo García, Blanca Sayas, Érika Torner y Hajar Behhamid. Paulatinamente fueron llegando los espectadores al acto estrella de las fiestas de San Mateo. Se fueron repartiendo por el exterior del circuito mil personas, todo Lanaja. Entre ellos estaba Armando Borraz, el alcalde, que respondía orgulloso a las preguntas de los numerosos periodistas. Y el calor completó la fiesta de esta pepita de oro del deporte tradicional. Alayeto tenía más razón que un santo. "Si esto se hiciera en Barcelona, se conocería en todo el mundo", sentenciaba tras la carrera el jinete.

http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/deportes/rayo-reina-lanaja_1144564.html
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