28/9/07

MEQUINENZA. Jesús Moncada, Premio de las Letras Aragonesas


Viernes, 22 de abril de 2005
Colaboración leída en el programa “Hoy por hoy” de Radio Zaragoza, dirigido por David Marqueta

¡Hola, amigos!

Mequinenza es la única población zaragozana de la comarca del Bajo Cinca. Está ubicada en la margen izquierda del río Ebro, mirando al Segre. A poca distancia recibe las aguas del Cinca, en el denominado “Aiguabarreig”.

La villa actual se construyó en los años sesenta; la vieja pereció inundada por el embalse de Ribarroja; otra presa, dedicada a la producción de energía eléctrica, la de Mequinenza, da forma al conocido “Mar de Aragón”.

En lo alto, por encima de los restos fantasmagóricos del poblado que antaño protegió, y señoreando el pueblo nuevo, se alza el castillo, construido en el siglo XIV sobre una fortaleza árabe.

Según la leyenda, en el castillo cometería sus fechorías el terrible y cruel conde Artal.
Mequinenza se ha convertido en un magnífico destino turístico para los amantes de los deportes náuticos.

Esta práctica deportiva surgió a principios del siglo XX, en el marco de las fiestas patronales de septiembre, en honor de Santa Agatoclia o Agatolia, y en el Ebro como escenario. En aquella época, infinidad de espectadores se situaban junto a la denominada playa del Ebro para contemplar las regatas de lanchas.

Otros festejos se organizan para Santa Águeda y dos días antes se comen las típicas “cocas” de San Blas.

También veneran a Santa Bárbara, patrona de los mineros, aunque las minas de lignito se fueron abandonando.

Jesús Moncada, prestigioso escritor, hijo de la localidad, ha plasmado en sus narraciones y novelas muchas historias de su tierra. La extracción del carbón y el tráfico de navatas y “llaguts” por el Ebro fueron escenas cotidianas hasta la Guerra Civil. Así lo refleja en Camí de sirga.

El suceso que protagonizaría Victoriano Teixidó, apodado “Pregoné”, voz pública de Mequinenza, el 25 de agosto de 1877, en la Vall Comuna, y su posterior ajusticiamiento público en las orillas del río Segre, fue otro tema de inspiración en su Estremida Memoria.

El pueblo es nuevo, pero las tradiciones, los recuerdos y la esencia o la fama permanecen, como dice la copla:

Per a figues, Ribarroja,
per a finestres, Ascó,
per a xiquetes boniques,
Mequinensa i Escatró.
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27/9/07

MESONES DE ISUELA. Jornadas del Mondongo

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Foto: Celedonio García

Viernes, 3 de diciembre de 2004
Colaboración leída en el programa “Hoy por hoy” de Radio Zaragoza, dirigido por David Marqueta

¡Hola amigos!

Nos vamos a la comarca del Aranda, la primera constituida en la actual Comarcalización de Aragón, articulada en torno a la cuenca del río Aranda.

Es tierra de castillos. Todos son majestuosos; el que hoy visitamos en la villa de Mesones de Isuela es de los que mejor se conservan, y uno de los más importantes de Aragón.

Esta soberbia fortaleza del siglo XIV está situada sobre un promontorio rocoso. El conjunto urbano se asienta a sus pies, de cara al castillo y junto al río Isuela, que da apellido a la población y bendice los frutos de la huerta.

La techumbre de uno de los torreones del castillo posee un magnífico artesonado con pinturas góticas. Allí se guarda la imagen de la Virgen de los Ángeles, una pequeña talla del siglo XV, de gran devoción popular.

El castillo evoca otras épocas. Abundan los signos lapidarios en sus sillares y, según la leyenda, en un lugar secreto se guarda un tesoro.

La torre de la iglesia parroquial de la Asunción también es un hermoso tesoro mudéjar.

De Mesones recordamos con cariño a Pedro Martínez Flores, más conocido como el “tío Peña”. En los años veinte y treinta fue uno de los mejores corredores de Aragón. Obtuvo muchos primeros premios en las “corridas de pollos” celebradas en la comarca, y también en las de las fiestas locales, en honor a San Blas, el 3 de febrero, y en las de agosto, dedicadas a la Virgen y San Roque.

En un pajar de la población fue detenido, el 31 de diciembre de 1903, el bandolero romántico más famoso de la provincia de Zaragoza, el célebre Esteban Cisneros, natural de Cervera de la Cañada.

Una copla nos habla de lo mal que se debió pasar en la comarca en otros tiempos:

En Trasobares, desnudos,
en Calcena van descalzos,
en Tierga van sin camisa
y en Mesones ya no es tanto.

Todo ha cambiado; ahora no faltan zapatos, se vive mejor, pero sus habitantes emigran. Desde mediados del siglo XX la población ha descendido de los 780 habitantes a los 390 de 1998.

Os invito a visitar Mesones, ¡¡¡merece la pena!!!
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13/9/07

CASPE. I Salón Aragonés de Numismática

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Foto: C.García

Viernes, 21 de enero de 2005Colaboración leída en el programa “Hoy por hoy” de Radio Zaragoza, dirigido por David Marqueta

¡Saludos, amigos!

La ciudad de Caspe es cabecera de la comarca “Caspe-Bajo Aragón Zaragozano”. El núcleo urbano se asienta sobre un escarpe que domina el tramo final del río Guadalope, próximo a su desembocadura en el Ebro; éste, manso y serpenteante, se estanca a su paso en el denominado “Mar de Aragón”.

¡Tanta agua, y sin embargo estamos en una de las zonas más áridas de Aragón!

El regadío va arañando tierra al secano, permitiendo una agricultura más diversificada. El cereal y la oliva han sido los cultivos tradicionales. El olivar ha permitido el desarrollo de la industria del aceite. Las coplas nos lo recuerdan:

En Peñalba hacen el vidrio
y en La Almolda las jarretas,
en Bujaraloz la sal
y en Caspe las olivetas.

Los dichos aluden a un pasado en el que la economía se basaba fundamentalmente en el sector primario, en la agricultura y en la ganadería. Se decía:

- ¡Caspe para cebada!

O el más antiguo y popular.

- ¡Capones de Caspe!

Con esta expresión se recordaba que en Caspe los capones eran gordos, grandes y muy buenos.

Al pasear por la ciudad debemos visitar la colegiata de Santa María, con sus tres portadas góticas. Junto al templo se hallan los restos del castillo de Bailío; éstas y otras ruinas muestran el sufrimiento que los caspolinos han padecido en las sucesivas guerras. También junto a la colegiata se instaló en 1962 el mausoleo romano de Miralpeix.

En la loma de Monteagudo se alza, airoso y coqueto, el castillete de Salamanca, construido para defenderse de los carlistas.

En Caspe se han celebrado importantes acontecimientos históricos. La Colección Numismática Municipal nos permite viajar por su historia.

Debido a su situación estratégica, Caspe ha sido escenario de guerras, pero por el mismo motivo allí se celebró el “Compromiso de Caspe”, en 1412, para elegir al sucesor de Martín I “el Humano”. El hecho está rodeado de múltiples leyendas.

Otras leyendas se forjaron en su escudo.

¡Tanto valor y arrojo de los caspolinos, y aún hay quien se atreve a repetir el dicho!:

- “¡De Caspe y lloras…!
¡No comerás moras!".
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8/9/07

MONZÓN. Visita al Belén de Monzón

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Foto: C. García

Viernes 10 de diciembre de 2004Colaboración leída en el programa “Hoy por hoy” de Radio Zaragoza, dirigido por David Marqueta

¡Estimados amigos!

Tengo la debilidad sentimental de apropiarme de muchos lugares de Aragón. Monzón, la “Perla del Cinca”, es uno de ellos. Durante años he lucido la camiseta de esta histórica ciudad.

Estos días he recorrido las calles por las que pasearon grandes personajes de la historia de España, como El Cid, Jaime I, Fernando El Católico, Carlos I, Hernán Cortés o Felipe II.

En el castillo templario sería educado Jaime I y allí el Cid dejó su célebre espada Tizona. Recientemente el castillo se ha vestido de época para rendir homenaje a Guillem de Mont Rodón, quien fuera tutor de Jaime I.

El templo románico de Santa María también acogió numerosas Cortes de los reinos de la Corona de Aragón.

La ciudad de Monzón ha sido cuna de personajes ilustres, quizá tenga algo que ver el influjo del castillo templario. Allí nació Joaquín Costa, José Mor de Fuentes, Mariano de Pano y Ruata, Luzán o Manuel Alegre, apodado “El Cantarero”, el clérigo guerrillero que se enfrentó a las tropas francesas en la guerra de la Independencia.

La ciudad de Monzón mantiene una actividad frenética; en tan sólo unos días, se ha convertido en la capital de la Cultura Aragonesa con la celebración de la X Feria del Libro Aragonés.
También ha sido foco de atención del deporte. Los ocho olímpicos montisonenses han descubierto las estrellas que los inmortalizan.

Y se han celebrado las fiestas de Santa Bárbara (4 de diciembre), recordando la fecha en la que la ciudad fue reconquistada en 1642. El acto más típico es el tradicional “bautizo del alcalde”. Se rememora el bautizo de un morisco para poder ser alcalde. Los vecinos le aclaman y desde el balcón del Ayuntamiento se arrojan dulces y frutos secos.

A lo largo del año, asociaciones culturales, deportivas y empresariales mantienen una actividad constante, que culmina con las populares fiestas de San Mateo (21 de septiembre).

Cualquier época es buena para acudir a Monzón. La visita del monumental Belén puede servirnos de atractiva excusa. Luis Escudero, un hombre de la comarca, nos señala el camino:

En la ribera del Cinca,
con el Sosa por testigo
encontraréis a Monzón
y allá, en alto, su castillo.

¡¡¡FELIZ VIAJE!!!
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