5/8/10

Corrida de la torta y de la manzana

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Antecedentes históricos

“Corrida de la torta” de Fuencalderas. Foto Ricardo Garcés
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Celedonio García Rodríguez

Las carreras pedestres más típicas y extendidas por toda la comunidad aragonesa eran las denominadas “corridas de pollos”. En algunos pueblos, a veces, se alternaban con otras: “corridas del arra, tarta, torta, rosca, roscón o manzana”; su nombre procede del premio que se entregaba al vencedor de la carrera. En ocasiones estos premios se concedían conjuntamente con los pollos. Hay pueblos en los que unos años la carrera se denominaba “corrida de pollos” y otros “corrida del arra” o “de la manzana”; y, a veces, un día se disputaba la de pollos y otro la tarta. Con frecuencia la de pollos se corría en la fiesta mayor y la rosca o manzana en las fiestas de barrio o de cofradía.
El premio de la torta y la manzana resulta confuso, así como las denominaciones: “corrida de la torta” o “corrida de la manzana”. Unas veces se entregaba al vencedor de la carrera una torta y otras una manzana, o las dos, como vemos en Fuencalderas.
. Ricardo Garcés recuperó en el 2008 la “corrida de la torta” de Fuencalderas. Foto: Ricardo Garcés.
Ver información de esta carrera:
http://aragonia-pedestrismo.blogspot.com/2008/09/corrida-de-la-torta-de-fuencalderas.html


La carrera de Fuencalderas era similar a otras que se organizaban en el Prepirinero y Hoya de Huesca. La "torta” o premio se situaba en la línea de meta esperando la llegada de los corredores con un 'espedo' (bastón) adornado con una manzana, un ramo de albahaca y, en la punta, empalada, una torta especial, que según la tradición se tardaba más de cinco días en macerar.

En el Pirineo entregaban de premio el "arra", torta muy aderezada o buen pastel de confitura en el que lucían su habilidad los pasteleros de los pueblos vecinos. Era costumbre que el vencedor regalara el arra a una moza o forastero pudiente que recompensara la fineza. Otras veces se denomina rosco o rosca (“correr la rosca"). Este nombre se daba en Senegüé, Acumuer, Yebra de Basa, San Julián de Basa, Gésera, Biniés, Baraguás, Espuéndolas, Gracionépel, Novés… y en otros puntos del Serrablo y Jacetania.

En Cartirana el vencedor de la “corrida de la rosca” recibía una hermosa torta y el segundo clasificado un ramo de flores. En los pueblos de la Guarguera se premiaba con pollos o con el rosco; en Fenillosa se entregaba al vencedor el rosco, al segundo se le obsequiaba con un ramo y al tercero con un chiflo. En Gésera, Lasieso, y Hoz de Jaca la prueba se denominaba “corrida de pollos y/o rosca”.

En La Hoya y Monegros también se premiaba con tortas, roscas o roscones. En Chimillas la prueba se denominaba “corrida del arra” y consistía en una tarta de varios pisos; el vencedor la compartía con sus amigos. En Tierz, para San Roque, se corría el “arra” o la “manzana”; el “arra”, igual que en Chimillas, era una tarta de varios pisos que se encargaba en alguna afamada pastelería de Huesca. En Montmesa el vencedor solía donar el “arra” a una mairalesa o moza del lugar. También se denominaba “arra” en Gurrea de Gállego y el premio era una magnífica torta. En Alcalá de Gurrea se disputaba la “corrida de pollos” o “corrida al estilo del país” y se premiaba con pollos, una torta y un ramillete, que se ofrecía a una moza del lugar.
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En Almuniente, Torralba de Aragón, Lastanosa, Peralta de Alcofea, Velillas, Biscarrués, Bolea, Luna, Sierra de Luna, Las Pedrosas, Loscorrales... también se entregaba una torta o rosca al campeón. El vencedor unas veces la comía con sus amigos y otras la regalaba a una moza del pueblo.

En Coscullano la torta se llevaba colgada junto con los pollos y luego se rifaba.

En las fiestas de Santa Águeda las mujeres disputaban la rosca, rosco o tarta; en El Tormillo se denominaba “carrera de la torta”; en Poleñinode torteles o roscones”; en Grañén, “corrida del roscón”. En Peralta de Alcofea corrían las tortas los hombres en la festividad de Santa Águeda, después de ser bendecidas en la celebración religiosa.

Otras carreras que se premiaba con rosca o tarta eran las “corridas de boda”; se disputaban después de la celebración religiosa y el vencedor la solía repartir entre los invitados. Eran típicas de la Ribagorza, Hoya y Monegros (Grañén, Sangarrén…).

La "manzana" era otro premio habitual. Se elegía la manzana más encarnada que se encontraba. Se llevaba colgada en la punta de una espada adornada con peladillas, caramelos y con un ramo de albahaca en el remate. Estas carreras las hemos encontrado en Sesa, Bolea, Grañén, Plasencia, Casbas, Tamarite... En Sangarrén se premiaba con pollos y con la manzana. En Loarre el premio era una manzana, adornada con un ramillete de albahaca, que se llevaba clavada en un palo. En el Barrio Nuevo de Huesca, para la Virgen del Pilar, en la “carrera al estilo del país” el vencedor recibía la clásica manzana y varias pesetas. En las fiestas del Barrio de San Martín de Huesca de 1913, “el vencedor de la carrera pedestre dedicó la clásica manzana al Sr. Gobernador, quien después de corresponder espléndidamente a la delicadeza, la regaló, en un rasgo de simpatía por todos aplaudido, a los niños pobres del asilo de San José”.

Según los datos obtenidos, las denominaciones de “carreras de la torta” y “carrera de la manzana” se repiten en muchos lugares, como en Fuencalderas, circunstancia que nos hace pensar que ambos premios, la torta y la manzana, se entregaban conjuntamente en algunas carreras.
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