Celedonio García
En
Terrer, como en todas las poblaciones de la Comunidad de Calatayud, las
carreras pedestres o “corridas de pollos”, eran festejos habituales en las
celebraciones festivas en el siglo XIX y durante gran parte del siglo XX. Se disputaban
carreras pedestres en las festividades de Santa Lucía, San Isidro, San Antonio
de Padua y especialmente en las fiestas de Santa Bárbara.
Varias
cofradías, como la de Santa Lucía, eran las encargadas de organizar las “corridas
de pollos” entre sus festejos, manteniendo una antigua tradición. El fruto de
esta labor fue la aparición de destacados corredores locales que también participaban
en las carreras pedestres de la comarca. Igualmente se organizaron carreras
pedestres, junto con otros festejos, en las fiestas de San Isidro Labrador, organizadas
en la barrida de la Azucarera. A continuación aportamos algunos datos que hemos
podido registrar.
Corredores destacados de
Terrer
A
comienzos del siglo XX las carreras pedestres estaban de moda y su celebración
no se limitaba a las celebraciones festivas. En Calatayud, y en otros lugares, se
convirtieron en espectáculos muy populares; además de las organizadas en
barrios y en las fiestas de la ciudad, la Plaza de Toros acogió interesantes
carreras de desafío, tal como apreciamos en los carteles que las anunciaban. Uno
de esos carteles informaba de las carreras pedestres que se iban a disputar en
la: Plaza de Toros de Calatayud, con permiso de la autoridad y amenizada por
una banda: “Gran espectáculo a las dos y media de la tarde del día 6 de enero
de 1906” en el que se enfrentaban don corredores para dar treinta vueltas
alrededor de la pista tras un reto lanzado por el corredor de Terrer, Basilio Campo, jugándose 500 pesetas,
que había sido aceptado por Félix Francia, de Belmonte. Además se disputaría
otra carrera que enfrentaría a cinco corredores entre los que se encontraba Antonio Mambrona, de Terrer. Mambrona
vencería en la “tradicional corrida de pollos” de las fiestas de Santa Lucía en
Ateca.
Otros
corredores de Terrer destacaron en las “corridas de pollos”, denominadas así
por el premio que se entregaba a los primeros clasificados de las carreras pedestres,
que se celebraban en las fiestas de Terrer. En las de Santa Bárbara de 1909
venció Roque Mambrona, seguido de Pedro Herrer, y el tercer puesto se lo
adjudicó un corredor de Carenas.
Luis Abejez se
clasificó en segundo lugar en la “corrida de pollos” de Santa Bárbara en 1913 y
1914. Fulgencio Luis, acabaría
tercero en 1913.
En la
década de los años veinte del siglo XX, hubo varios corredores destacados que
obtuvieron diversos triunfos en las carreras. Durante estos años sobresalieron,
entre otros, Eugenio Lozano, Braulio Bernal Bernal, Hilario Romeo
“Romerico, Cándido Ruipérez y Vicente
Bernal.
Braulio Bernal Bernal quedó
segundo en la “corrida de pollos” de Huérmeda en las fiestas de San Paterno de
1926, y en la “corrida de pollos” de la Purísima, en el barrio de Soria de
Calatayud de 1930. Hilario Romeo
“Romerico” llegó tercero en la “corrida de pollos” de Huérmeda en 1926 y en
la de Ateca durante las fiestas de Santa Lucía; al año siguiente, en 1927,
venció en la “corrida de pollos” de Velilla de Jiloca y en las de la Inmaculada
en Calatayud, y finalizó en quinto lugar en la carrera pedestre de las fiestas
de Calatayud en 1930.
Cándido Ruipérez terminó
en segundo lugar en la “corrida de pollos” de la Inmaculada de Calatayud en
1927. Y Vicente Bernal, quizá el
corredor de Terrer más destacado de esta década, venció, entre otras muchas
carreras, en la “corrida de pollos” de Santa Lucía en Ateca de 1926; en Sabiñán
en 1929 y llegó en cuarta posición en la carrera pedestre de las fiestas de
Calatayud en 1930, organizada por el Club Deportivo Ayub. En esta prueba
participaron 30 corredores, algunos llegados de Zaragoza. Venció Manuel
Clavero, del Español de Zaragoza.
En la
década de los años 30 del siglo veinte surgieron nuevos corredores. En la
carrera pedestre de las fiestas de San Antonio de Terrer de 1930 obtuvieron los
tres premios corredores de Terrer: 1º Florencio
Pelegrín, 2º Saturnino Cantarero
y 3º José Lavilla, alias “Gafas”.
El
corredor más destacado de esta década fue Agapito
Guillén, “nuestro campeón” como le denominaban las gentes de Terrer. Su
brillante vida deportiva quedaría truncada con la fratricida Guerra Civil, como
la de otros corredores y miles de personas que perdieron la vida. En las ferias
de marzo de Calatayud de 1932 participó en un desafío en la Plaza de Toros con
otro destacado y afamado corredor de la comarca, Tomás Palacín, de Cervera de
la Cañada. Sus triunfos fueron numerosos, entre otros, venció en La Almunia de
Doña Godina en 1933; en Ricla en 1933 y en 1935; en la corrida pedestre de
Aniñón de 1934; en Sabiñán en 1935, y en la corrida pedestre de Santa Bárbara
de Terrer en 1935. En la carrera pedestre de Morata de Jalón de 1934, a 70
vueltas alrededor de la plaza de la Constitución, finalizó en tercera posición,
compitiendo con varios de los mejores corredores de Aragón. Venció el famoso
Clemente Góez, de Garrapinillos. Participó en el “V Campeonato de Aragón de
Cross” de 1936, organizado por la Federación Aragonesa de Atletismo, vistiendo
la camiseta del CN Helios, y finalizó en quinta posición compitiendo con
grandes glorias del atletismo aragonés. Pero su gran triunfo lo conquistó en Madrid,
venciendo en la “Vuelta a Madrid” de 1934.
Otro
corredor destacado de Terrer de esta época fue Alejandro Bernal. En 1935 finalizó en segunda posición en la
carrera pedestre de Sabiñán. Y ya en la década de posguerra, Manuel Luis Herrer llegó tercero en la
corrida de pollos de la Purísima de Calatayud en 1949.
Las carreras pedestres de
Santa Bárbara
Es
difícil conocer el origen de las carreras pedestres de Terrer y de otros
pueblos de la comarca. Hasta finales del siglo XX, las de Santa Bárbara se
denominaban “corridas de pollos” por los premios que se entregaban a los
primeros clasificados y eran organizadas por la Cofradía encargada de programar
estas fiestas.
Probablemente
su origen se remonte varios siglos y en los primeros tiempos se denominasen
“corridas de espadas” o “de la espada”, si hacemos caso a la evolución de las
carreras pedestres de otras poblaciones aragonesas. En Perdiguera las “corridas
de la espada o de espadas” están documentadas desde principios del siglo XVI, y
también las encontramos en la documentación de otras carreras entre el siglo
XVI y XVII (Monzón, Bolea, Peralta de la Sal, La Almolda, Valfarta, Huesca,
Farlete o La Almolda). A finales del siglo XVI vemos que las aves de corral se
van introduciendo como premio y poco a poco la denominación de la carrera pasa
a ser “corrida de pollos”.
Los
datos más antiguos que tenemos de las fiestas de Santa Bárbara de Terrer
corresponden a 1881. Los comentarios de las crónicas de estas fiestas se
repiten en años posteriores. El periódico La
Derecha comentaba lo siguiente de las fiestas de 1881: “Anteayer terminaron
las fiestas que el pueblo de Terrer celebra en honor de Santa Bárbara. La
afluencia de gente de los pueblos inmediatos y particularmente de esta
población, ha sido extraordinaria. Ayer tarde, se verificó la tradicional
corrida de pollos, y durante este acto «La Filarmónica» ejecutó escogidas
piezas de su repertorio. Holgaría decir, que han menudeado los bailes y todas
las demás diversiones propias del caso”.
Observamos
en 1881 que la “corrida de pollos” era un acto típico y destacado entre los
festejos que el corresponsal del diario los califica de tradicional (no sabemos
desde cuándo se realiza, pero ya se llevaba organizándose desde hace muchos
años).
En la
crónica del periódico El Intransigente,
de 1884, también destaca la “tradicional corrida de pollos” y nos informa que
la banda “La Filarmónica” ameniza el espectáculo de la “corrida de pollos” y
viene de Calatayud con ese objeto.
En 1887
las fiestas fueron frías, por las bajas temperaturas y tuvieron un “punto
negro”. Hubo capea de un toro que alcanzó a un sujero de Calatayud infiriéndole
una herida grave en el muslo derecho. El diario El Mercantil Aragonés, del que tomamos la referencia, tampoco se
olvidó de la carrera pedestre: “A la corrida de pollos acudió ayer tarde
bastante concurrencia”, a pesar del frío.
Casi
todas las crónicas incidían en lo animadas que siempre estaban las corridas de
pollos y el numeroso público que atraían, también de otras poblaciones. En 1891,
La Derecha anunciaba el comienzo de
las fiestas y solo comentaba un acto: “Mañana se efectuará la tradicional
corrida de pollos que anualmente atrae gran número de forasteros a dicho
pueblo”. Pasadas las fiestas, El Diario
de Zaragoza, se expresaba en términos similares: “En Terrer se han
celebrado las fiestas de Santa Bárbara con mucha animación. Las corridas de
pollos se han visto como siempre, muy concurridas”. Esta era toda la
información que nos aportaba.
La
crónica de La Derecha de 1896 era
casi calcada: “La corrida de pollos efectuada el sábado por la tarde estuvo muy
concurrida”. Pero nos daba pistas de los ganadores: “Los premios fueron
adjudicados a un vecino de Ateca y a dos de Calatayud”.
Al año
siguiente los cronistas de La Derecha
y de El Diario de Zaragoza publicaron
la procedencia de los vencedores y los premios que obtuvieron: “En la corrida
de pollos celebrada en la tarde de ayer en Terrer ganó tres, o sea el primer
lugar, un joven de Carenas; dos, en segundo lugar, Faustino Pablo, El Rute, de
Calatayud, y uno, en tercer lugar, un vecino de Terrer. La afluencia de
bilbilitanos al citado pueblo fue numerosa, regresando la mayoría de los
concurrentes en el tren mixto”. El cronista era bilbilitano y no se preocupó de
preguntar los nombres de los primeros clasificados.
En 1899
da la impresión de que el corresponsal del Diario
de Zaragoza es de Terrer y se explaye algo más en la carta que envía al
periódico. Al comienzo advierte que al director de que “no se extrañe tarde tanto
en escribir a los lectores de su popular periódico porque por esta tierra no
ocurre ningún suceso sensacional ni siquiera pequeño que pueda llamar la
atención”. A continuación sí que señala un dato digno de destacar y es que en
Terrer pasan la primera mitad del mes de diciembre de fiestas. Primero las
fiestas de la patrona Santa Bárbara, los días 3, 4 y 5. Luego la Purísima, los
días 7, 8 y 9. Y por último las de Santa Lucía, venerada por su numerosa
cofradía, los días 12, 13 y 14. Los festejos de las tres fiestas son similares
y el corresponsal los aglutina en su crónica: “En todas estas fiestas ha habido
gran animación cantándose en la iglesia la misa del maestro don Mariano Santos,
director de la banda, que ha gustado muchísimo”. Los bailes también estuvieron
muy animados y las “corridas de pollos fueron presenciadas por más de dos mil
forasteros de Calatayud y pueblos vecinos”.
Las
crónicas festivas del nuevo siglo fueron más amplias. En 1909, el corresponsal
del Diario de Avisos de Zaragoza se
extendía en los actos religiosos, “con la solemnidad acostumbrada” a cargo del
párroco D. Lino Matute. Las profanas estuvieron muy animadas y la “gente moza”
se divirtió al compás de la música que dirigía D. Joaquín Celma. Hubo bailes
hasta altas horas en la casa del propietario D, Gervasio Torcal y en la el
alcalde D. Gaspar Maluenda, muy concurridas de gente forastera. Y “corrida de
pollos” con triunfo de Roque Mambrona, seguido de Pedro Herrer, ambos de
Terrer, y de un vecino de Carenas, que llegó en tercera posición.
El
corresponsal del Diario de Avisos escribió una crónica similar en 1912. El cura
párroco del Pueblo, D. Lino Matute, ofició la misa mayor cantada a gran
orquesta con la acreditada música de Maluenda. Por la tarde, en el rosario, se
lucieron los artísticos faroles recorriendo el mismo trayecto de la procesión,
y al día siguiente tuvo lugar la misa de réquiem. En relación con los profanos
el corresponsal se centra en los principales: dianas, bailes públicos y la
“entretenida corrida de pollos” presenciada por numeroso público.
En 1913,
El Regional de Calatayud se limitaba
a hablar de la corrida de pollos de las fiestas de Santa Bárbara: “Con
muchísimas animación celebró ayer tarde en Terrer la acostumbrada corrida de
pollos, ganando el primer premio Ramón Bernal, de Valtorres, el segundo Luis
Abejar, y el tercero Fulgencio Luis, ambos de Terrer”.
La Crónica,
diario de Zaragoza, describía ampliamente y con detalle las fiestas de 1914,
que se limitaban, como en años anteriores, a los actos religiosos, la música,
bailes, hoguera y la “corrida de pollos”. Las fiestas comenzaron con la entrada
en el pueblo de la banda de música de Mara, dirigida por don Zacarías Ibarra,
recorriendo las principales calles al compás de una bonita marcha. El tercer
día destacó la corrida pedestre por la carretera. Unos cuantos mozos salían
desde más de un kilómetro del pueblo y “se disputaban la honrilla de llegar el
primero para coger unos gallos que, suspendidos de una vara esperan la llegada
de los vencedores”. El corresponsal estuvo atento al reloj y “antes de tres
minutos, desde dada la señal, vemos llegar y tocar la vara por este orden:
Miguel Delgado, de Paracuellos; Luis Abeyerr, de este pueblo, y Domingo
Gregorio de Carenas. Las autoridades entregaron tres pollos al vencedor, dos al
segundo clasificado y uno al tercero. Según señalaba el corresponsal, por el
trayecto del recorrido se forma un animado paseo, por donde las muchachas van
ataviadas con las mejores galas.
En 1915
el Heraldo de Aragón publicó una
extensa crónica, resaltando con especial la novedosa llegada de los
Exploradores de Calatayud el último día de las fiestas por la mañana. Por la
tarde se celebró la “corrida pedestre en la carretera, ganando el mejor
corredor tres pollos, dos el segundo y uno el tercero.
La
crónica de las fiestas de 1916, publicada por el Diario de Avisos de Zaragoza, es muy breve. El dato más interesante
es que “la nueva banda de música de la localidad, dirigida por el competente
profesor señor Hernández, de primera”. De la corrida pedestre no dice nada.
Agapito Guillén, el gran campeón de Terrer
No
disponemos de datos de las fiestas de Santa Bárbara hasta una década después.
En 1935, gracias al Heraldo de Aragón,
sabemos que las fiestas dieron comienzo con la entrada en la población de la
banda de Encinacorba a los acordes de un pasodoble. La “corrida pedestre” tuvo
un recorrido de 15 kilómetros con gran rivalidad entre los corredores de Terrer
y los de Ariza. Venció Agapito Guillén, “nuestro campeón”, como le llamaba sus
paisanos, presumiendo de buen corredor, curtido en importantes pruebas.
Volvemos
a sufrir un apagón informativo hasta 1949. Han ocurrido demasiadas desgracias:
Guerra Civil, muerte de corredores, como Agapito Guillén… Incluso las carreras resultaban
más aburridas. El corresponsal de El
Noticiero nos proporciona la crónica de las fiestas. Este año la renombrada
banda de música de Maluenda, dirigida por don Felipe de la Flor, protagonizó el
inicio de las fiestas con un pasacalles. La crónica de la corrida era escueta
porque no daba para mucho más: “La tradicional corrida de pollos resultó muy
aburrida, ya que no hubo competencia entre los corredores”.
Probablemente
las “corridas de pollos” o carreras pedestres se siguieron disputando durante
muchos años de manera más o menos ininterrumpida. No disponemos de datos hasta
1991, que venció el bilbilitano Jesús Bueno, seguido de otro atleta de
Calatayud. En 1992 y 1993 se proclamó campeón Víctor Manuel Navarro, de
Calatayud, luchando contra destacados corredores como Óscar Dávila. En 1994 se
presentó un rival de categoría, el soriano José Luis Rodríguez y Víctor Navarro
tuvo que conformarse con el segundo puesto y en 1995, último año del que
disponemos datos, también venció el soriano José Luis Rodríguez, seguido de
Víctor Navarro y del marroquí, afincado en Zaragoza, Rachid Damoun. Años
después, Rachid adquiriría la nacionalidad española.
Las carreras pedestres de
Santa Lucía, San Gregorio, San Isidro y San Antonio
En
todas las festividades se han organizado carreras pedestres, aunque
probablemente con menos continuidad que en las fiestas de Santa Bárbara.
Disponemos de poca información de estas fiestas, limitada a algunos años.
Los
datos que aportamos de la carrera pedestre de las fiestas de Santa Lucía se limitan a la propia
experiencia y a los años 1988 y 1994.
En 1988
se organizaron diversas carreras: de niños a relevos por equipos, de chicas y
la prueba absoluta de unos 4 kilómetros, dando 10 vueltas a un circuito urbano.
Además de los típicos pollos (3, 2 y 1 a los primeros clasificados) se
entregaron simbólicos premios en metálico y primas de 500 pesetas. Este año
venció Celedonio García, seguido de Rafael Bejarano, Óscar Dávila, Víctor
Navarro…
Y en
1994 la victoria correspondió a Rachid Damoun, seguido de Víctor Navarro y de
Celedonio García.
De las
fiestas de San Gregorio tenemos
vagos recuerdos de haber participado algún año en la carrera.
Los
datos que tenemos de las fiestas de San
Isidro Labrador se limitan a los años 50 del siglo pasado, publicados en El Noticiero. Era venerado por los
vecinos de la barriada de la Azucarera (obreros y empleados de la Azucarera)
con numerosos festejos. Entre los profanos destacaban los conciertos por la
banda (de Paracuellos en 1952), verbenas, juegos infantiles, carreras
pedestres, ensacados, carreras en bicicletas de cintas, cucañas, atracciones
diversas, animadísimos bailes, fuegos artificiales y el vino de honor.
San Antonio de Padua
también era muy venerado en Terrer. En las crónicas de las fiestas de 1915 y
1926 no se hablaba de la carrera pedestre, pero se recoge en la de 1930,
publicada en el Heraldo de Aragón y
firmada por J. Serrano y Moreno: “En competencia carrera se disputaron valiosos
premios numerosos jóvenes de la localidad, ocupando los tres primeros lugares
Florencio Pelegrín, Saturnino Cantarero y José Lavilla, alias ‘Gafas’”.