8/3/25

Corredores y carreras pedestres de Terrer (Zaragoza)

 

"Corrida de pollos" de las fiestas de Santa Lucía de 1988. Víctor Navarro, de Calatayud, vencedor en varias ocasiones de las carreras pedestres de Terrer, este año se tuvo que conformar con el cuarto puesto. Foto: C. García

Celedonio García

En Terrer, como en todas las poblaciones de la Comunidad de Calatayud, las carreras pedestres o “corridas de pollos”, eran festejos habituales en las celebraciones festivas en el siglo XIX y durante gran parte del siglo XX. Se disputaban carreras pedestres en las festividades de Santa Lucía, San Isidro, San Antonio de Padua y especialmente en las fiestas de Santa Bárbara.

Varias cofradías, como la de Santa Lucía, eran las encargadas de organizar las “corridas de pollos” entre sus festejos, manteniendo una antigua tradición. El fruto de esta labor fue la aparición de destacados corredores locales que también participaban en las carreras pedestres de la comarca. Igualmente se organizaron carreras pedestres, junto con otros festejos, en las fiestas de San Isidro Labrador, organizadas en la barrida de la Azucarera. A continuación aportamos algunos datos que hemos podido registrar.

Corredores destacados de Terrer

A comienzos del siglo XX las carreras pedestres estaban de moda y su celebración no se limitaba a las celebraciones festivas. En Calatayud, y en otros lugares, se convirtieron en espectáculos muy populares; además de las organizadas en barrios y en las fiestas de la ciudad, la Plaza de Toros acogió interesantes carreras de desafío, tal como apreciamos en los carteles que las anunciaban. Uno de esos carteles informaba de las carreras pedestres que se iban a disputar en la: Plaza de Toros de Calatayud, con permiso de la autoridad y amenizada por una banda: “Gran espectáculo a las dos y media de la tarde del día 6 de enero de 1906” en el que se enfrentaban don corredores para dar treinta vueltas alrededor de la pista tras un reto lanzado por el corredor de Terrer, Basilio Campo, jugándose 500 pesetas, que había sido aceptado por Félix Francia, de Belmonte. Además se disputaría otra carrera que enfrentaría a cinco corredores entre los que se encontraba Antonio Mambrona, de Terrer. Mambrona vencería en la “tradicional corrida de pollos” de las fiestas de Santa Lucía en Ateca.

Otros corredores de Terrer destacaron en las “corridas de pollos”, denominadas así por el premio que se entregaba a los primeros clasificados de las carreras pedestres, que se celebraban en las fiestas de Terrer. En las de Santa Bárbara de 1909 venció Roque Mambrona, seguido de Pedro Herrer, y el tercer puesto se lo adjudicó un corredor de Carenas.

Reto a correr en la Plaza de Toros de Calatayud en 1906, con la participación de corredores de Terrer

Luis Abejez se clasificó en segundo lugar en la “corrida de pollos” de Santa Bárbara en 1913 y 1914. Fulgencio Luis, acabaría tercero en 1913.

En la década de los años veinte del siglo XX, hubo varios corredores destacados que obtuvieron diversos triunfos en las carreras. Durante estos años sobresalieron, entre otros, Eugenio Lozano, Braulio Bernal Bernal, Hilario Romeo “Romerico, Cándido Ruipérez y Vicente Bernal.

Braulio Bernal Bernal quedó segundo en la “corrida de pollos” de Huérmeda en las fiestas de San Paterno de 1926, y en la “corrida de pollos” de la Purísima, en el barrio de Soria de Calatayud de 1930. Hilario Romeo “Romerico” llegó tercero en la “corrida de pollos” de Huérmeda en 1926 y en la de Ateca durante las fiestas de Santa Lucía; al año siguiente, en 1927, venció en la “corrida de pollos” de Velilla de Jiloca y en las de la Inmaculada en Calatayud, y finalizó en quinto lugar en la carrera pedestre de las fiestas de Calatayud en 1930.

Cándido Ruipérez terminó en segundo lugar en la “corrida de pollos” de la Inmaculada de Calatayud en 1927. Y Vicente Bernal, quizá el corredor de Terrer más destacado de esta década, venció, entre otras muchas carreras, en la “corrida de pollos” de Santa Lucía en Ateca de 1926; en Sabiñán en 1929 y llegó en cuarta posición en la carrera pedestre de las fiestas de Calatayud en 1930, organizada por el Club Deportivo Ayub. En esta prueba participaron 30 corredores, algunos llegados de Zaragoza. Venció Manuel Clavero, del Español de Zaragoza.

En la década de los años 30 del siglo veinte surgieron nuevos corredores. En la carrera pedestre de las fiestas de San Antonio de Terrer de 1930 obtuvieron los tres premios corredores de Terrer: 1º Florencio Pelegrín, 2º Saturnino Cantarero y 3º José Lavilla, alias “Gafas”.

Agapito Guillén, entrando vencedor en la IV Vuelta a Madrid en 1934. Foto: Alonso

El corredor más destacado de esta década fue Agapito Guillén, “nuestro campeón” como le denominaban las gentes de Terrer. Su brillante vida deportiva quedaría truncada con la fratricida Guerra Civil, como la de otros corredores y miles de personas que perdieron la vida. En las ferias de marzo de Calatayud de 1932 participó en un desafío en la Plaza de Toros con otro destacado y afamado corredor de la comarca, Tomás Palacín, de Cervera de la Cañada. Sus triunfos fueron numerosos, entre otros, venció en La Almunia de Doña Godina en 1933; en Ricla en 1933 y en 1935; en la corrida pedestre de Aniñón de 1934; en Sabiñán en 1935, y en la corrida pedestre de Santa Bárbara de Terrer en 1935. En la carrera pedestre de Morata de Jalón de 1934, a 70 vueltas alrededor de la plaza de la Constitución, finalizó en tercera posición, compitiendo con varios de los mejores corredores de Aragón. Venció el famoso Clemente Góez, de Garrapinillos. Participó en el “V Campeonato de Aragón de Cross” de 1936, organizado por la Federación Aragonesa de Atletismo, vistiendo la camiseta del CN Helios, y finalizó en quinta posición compitiendo con grandes glorias del atletismo aragonés. Pero su gran triunfo lo conquistó en Madrid, venciendo en la “Vuelta a Madrid” de 1934.

Recorte de La Nación. Agapito Guillén (45), vencedor de la IV Vuelta a Madrid, acompañado del segundo clasificado , el madrileño Juan Ramos

Otro corredor destacado de Terrer de esta época fue Alejandro Bernal. En 1935 finalizó en segunda posición en la carrera pedestre de Sabiñán. Y ya en la década de posguerra, Manuel Luis Herrer llegó tercero en la corrida de pollos de la Purísima de Calatayud en 1949.


Ediciones documentadas de la carrera pedestre de Santa Bárbara
(Gráfico en permanente actualización. 8 de marzo de 2025)

Las carreras pedestres de Santa Bárbara

Es difícil conocer el origen de las carreras pedestres de Terrer y de otros pueblos de la comarca. Hasta finales del siglo XX, las de Santa Bárbara se denominaban “corridas de pollos” por los premios que se entregaban a los primeros clasificados y eran organizadas por la Cofradía encargada de programar estas fiestas.

Probablemente su origen se remonte varios siglos y en los primeros tiempos se denominasen “corridas de espadas” o “de la espada”, si hacemos caso a la evolución de las carreras pedestres de otras poblaciones aragonesas. En Perdiguera las “corridas de la espada o de espadas” están documentadas desde principios del siglo XVI, y también las encontramos en la documentación de otras carreras entre el siglo XVI y XVII (Monzón, Bolea, Peralta de la Sal, La Almolda, Valfarta, Huesca, Farlete o La Almolda). A finales del siglo XVI vemos que las aves de corral se van introduciendo como premio y poco a poco la denominación de la carrera pasa a ser “corrida de pollos”.

Los datos más antiguos que tenemos de las fiestas de Santa Bárbara de Terrer corresponden a 1881. Los comentarios de las crónicas de estas fiestas se repiten en años posteriores. El periódico La Derecha comentaba lo siguiente de las fiestas de 1881: “Anteayer terminaron las fiestas que el pueblo de Terrer celebra en honor de Santa Bárbara. La afluencia de gente de los pueblos inmediatos y particularmente de esta población, ha sido extraordinaria. Ayer tarde, se verificó la tradicional corrida de pollos, y durante este acto «La Filarmónica» ejecutó escogidas piezas de su repertorio. Holgaría decir, que han menudeado los bailes y todas las demás diversiones propias del caso”.

Observamos en 1881 que la “corrida de pollos” era un acto típico y destacado entre los festejos que el corresponsal del diario los califica de tradicional (no sabemos desde cuándo se realiza, pero ya se llevaba organizándose desde hace muchos años).

En la crónica del periódico El Intransigente, de 1884, también destaca la “tradicional corrida de pollos” y nos informa que la banda “La Filarmónica” ameniza el espectáculo de la “corrida de pollos” y viene de Calatayud con ese objeto.

En 1887 las fiestas fueron frías, por las bajas temperaturas y tuvieron un “punto negro”. Hubo capea de un toro que alcanzó a un sujero de Calatayud infiriéndole una herida grave en el muslo derecho. El diario El Mercantil Aragonés, del que tomamos la referencia, tampoco se olvidó de la carrera pedestre: “A la corrida de pollos acudió ayer tarde bastante concurrencia”, a pesar del frío.

Casi todas las crónicas incidían en lo animadas que siempre estaban las corridas de pollos y el numeroso público que atraían, también de otras poblaciones. En 1891, La Derecha anunciaba el comienzo de las fiestas y solo comentaba un acto: “Mañana se efectuará la tradicional corrida de pollos que anualmente atrae gran número de forasteros a dicho pueblo”. Pasadas las fiestas, El Diario de Zaragoza, se expresaba en términos similares: “En Terrer se han celebrado las fiestas de Santa Bárbara con mucha animación. Las corridas de pollos se han visto como siempre, muy concurridas”. Esta era toda la información que nos aportaba.

La crónica de La Derecha de 1896 era casi calcada: “La corrida de pollos efectuada el sábado por la tarde estuvo muy concurrida”. Pero nos daba pistas de los ganadores: “Los premios fueron adjudicados a un vecino de Ateca y a dos de Calatayud”.

Al año siguiente los cronistas de La Derecha y de El Diario de Zaragoza publicaron la procedencia de los vencedores y los premios que obtuvieron: “En la corrida de pollos celebrada en la tarde de ayer en Terrer ganó tres, o sea el primer lugar, un joven de Carenas; dos, en segundo lugar, Faustino Pablo, El Rute, de Calatayud, y uno, en tercer lugar, un vecino de Terrer. La afluencia de bilbilitanos al citado pueblo fue numerosa, regresando la mayoría de los concurrentes en el tren mixto”. El cronista era bilbilitano y no se preocupó de preguntar los nombres de los primeros clasificados.

En 1899 da la impresión de que el corresponsal del Diario de Zaragoza es de Terrer y se explaye algo más en la carta que envía al periódico. Al comienzo advierte que al director de que “no se extrañe tarde tanto en escribir a los lectores de su popular periódico porque por esta tierra no ocurre ningún suceso sensacional ni siquiera pequeño que pueda llamar la atención”. A continuación sí que señala un dato digno de destacar y es que en Terrer pasan la primera mitad del mes de diciembre de fiestas. Primero las fiestas de la patrona Santa Bárbara, los días 3, 4 y 5. Luego la Purísima, los días 7, 8 y 9. Y por último las de Santa Lucía, venerada por su numerosa cofradía, los días 12, 13 y 14. Los festejos de las tres fiestas son similares y el corresponsal los aglutina en su crónica: “En todas estas fiestas ha habido gran animación cantándose en la iglesia la misa del maestro don Mariano Santos, director de la banda, que ha gustado muchísimo”. Los bailes también estuvieron muy animados y las “corridas de pollos fueron presenciadas por más de dos mil forasteros de Calatayud y pueblos vecinos”.

Las crónicas festivas del nuevo siglo fueron más amplias. En 1909, el corresponsal del Diario de Avisos de Zaragoza se extendía en los actos religiosos, “con la solemnidad acostumbrada” a cargo del párroco D. Lino Matute. Las profanas estuvieron muy animadas y la “gente moza” se divirtió al compás de la música que dirigía D. Joaquín Celma. Hubo bailes hasta altas horas en la casa del propietario D, Gervasio Torcal y en la el alcalde D. Gaspar Maluenda, muy concurridas de gente forastera. Y “corrida de pollos” con triunfo de Roque Mambrona, seguido de Pedro Herrer, ambos de Terrer, y de un vecino de Carenas, que llegó en tercera posición.

El corresponsal del Diario de Avisos escribió una crónica similar en 1912. El cura párroco del Pueblo, D. Lino Matute, ofició la misa mayor cantada a gran orquesta con la acreditada música de Maluenda. Por la tarde, en el rosario, se lucieron los artísticos faroles recorriendo el mismo trayecto de la procesión, y al día siguiente tuvo lugar la misa de réquiem. En relación con los profanos el corresponsal se centra en los principales: dianas, bailes públicos y la “entretenida corrida de pollos” presenciada por numeroso público.

En 1913, El Regional de Calatayud se limitaba a hablar de la corrida de pollos de las fiestas de Santa Bárbara: “Con muchísimas animación celebró ayer tarde en Terrer la acostumbrada corrida de pollos, ganando el primer premio Ramón Bernal, de Valtorres, el segundo Luis Abejar, y el tercero Fulgencio Luis, ambos de Terrer”.

La Crónica, diario de Zaragoza, describía ampliamente y con detalle las fiestas de 1914, que se limitaban, como en años anteriores, a los actos religiosos, la música, bailes, hoguera y la “corrida de pollos”. Las fiestas comenzaron con la entrada en el pueblo de la banda de música de Mara, dirigida por don Zacarías Ibarra, recorriendo las principales calles al compás de una bonita marcha. El tercer día destacó la corrida pedestre por la carretera. Unos cuantos mozos salían desde más de un kilómetro del pueblo y “se disputaban la honrilla de llegar el primero para coger unos gallos que, suspendidos de una vara esperan la llegada de los vencedores”. El corresponsal estuvo atento al reloj y “antes de tres minutos, desde dada la señal, vemos llegar y tocar la vara por este orden: Miguel Delgado, de Paracuellos; Luis Abeyerr, de este pueblo, y Domingo Gregorio de Carenas. Las autoridades entregaron tres pollos al vencedor, dos al segundo clasificado y uno al tercero. Según señalaba el corresponsal, por el trayecto del recorrido se forma un animado paseo, por donde las muchachas van ataviadas con las mejores galas.

En 1915 el Heraldo de Aragón publicó una extensa crónica, resaltando con especial la novedosa llegada de los Exploradores de Calatayud el último día de las fiestas por la mañana. Por la tarde se celebró la “corrida pedestre en la carretera, ganando el mejor corredor tres pollos, dos el segundo y uno el tercero.

La crónica de las fiestas de 1916, publicada por el Diario de Avisos de Zaragoza, es muy breve. El dato más interesante es que “la nueva banda de música de la localidad, dirigida por el competente profesor señor Hernández, de primera”. De la corrida pedestre no dice nada.

Agapito Guillén, el gran campeón de Terrer

No disponemos de datos de las fiestas de Santa Bárbara hasta una década después. En 1935, gracias al Heraldo de Aragón, sabemos que las fiestas dieron comienzo con la entrada en la población de la banda de Encinacorba a los acordes de un pasodoble. La “corrida pedestre” tuvo un recorrido de 15 kilómetros con gran rivalidad entre los corredores de Terrer y los de Ariza. Venció Agapito Guillén, “nuestro campeón”, como le llamaba sus paisanos, presumiendo de buen corredor, curtido en importantes pruebas.

Volvemos a sufrir un apagón informativo hasta 1949. Han ocurrido demasiadas desgracias: Guerra Civil, muerte de corredores, como Agapito Guillén… Incluso las carreras resultaban más aburridas. El corresponsal de El Noticiero nos proporciona la crónica de las fiestas. Este año la renombrada banda de música de Maluenda, dirigida por don Felipe de la Flor, protagonizó el inicio de las fiestas con un pasacalles. La crónica de la corrida era escueta porque no daba para mucho más: “La tradicional corrida de pollos resultó muy aburrida, ya que no hubo competencia entre los corredores”.

Probablemente las “corridas de pollos” o carreras pedestres se siguieron disputando durante muchos años de manera más o menos ininterrumpida. No disponemos de datos hasta 1991, que venció el bilbilitano Jesús Bueno, seguido de otro atleta de Calatayud. En 1992 y 1993 se proclamó campeón Víctor Manuel Navarro, de Calatayud, luchando contra destacados corredores como Óscar Dávila. En 1994 se presentó un rival de categoría, el soriano José Luis Rodríguez y Víctor Navarro tuvo que conformarse con el segundo puesto y en 1995, último año del que disponemos datos, también venció el soriano José Luis Rodríguez, seguido de Víctor Navarro y del marroquí, afincado en Zaragoza, Rachid Damoun. Años después, Rachid adquiriría la nacionalidad española.

"Corrida de pollos" de Santa Lucía de Terrer en 1988. Vencedores: Celedonio García Rafael Bejarano y Óscar Dávila. Foto C.D.L.


Las carreras pedestres de Santa Lucía, San Gregorio, San Isidro y San Antonio

En todas las festividades se han organizado carreras pedestres, aunque probablemente con menos continuidad que en las fiestas de Santa Bárbara. Disponemos de poca información de estas fiestas, limitada a algunos años.

Los datos que aportamos de la carrera pedestre de las fiestas de Santa Lucía se limitan a la propia experiencia y a los años 1988 y 1994.

En 1988 se organizaron diversas carreras: de niños a relevos por equipos, de chicas y la prueba absoluta de unos 4 kilómetros, dando 10 vueltas a un circuito urbano. Además de los típicos pollos (3, 2 y 1 a los primeros clasificados) se entregaron simbólicos premios en metálico y primas de 500 pesetas. Este año venció Celedonio García, seguido de Rafael Bejarano, Óscar Dávila, Víctor Navarro…

Y en 1994 la victoria correspondió a Rachid Damoun, seguido de Víctor Navarro y de Celedonio García.

De las fiestas de San Gregorio tenemos vagos recuerdos de haber participado algún año en la carrera.

Los datos que tenemos de las fiestas de San Isidro Labrador se limitan a los años 50 del siglo pasado, publicados en El Noticiero. Era venerado por los vecinos de la barriada de la Azucarera (obreros y empleados de la Azucarera) con numerosos festejos. Entre los profanos destacaban los conciertos por la banda (de Paracuellos en 1952), verbenas, juegos infantiles, carreras pedestres, ensacados, carreras en bicicletas de cintas, cucañas, atracciones diversas, animadísimos bailes, fuegos artificiales y el vino de honor.

Fiestas de San Antonio de Padua de 1926. Foto: Rodero (La Voz de Aragón)

San Antonio de Padua también era muy venerado en Terrer. En las crónicas de las fiestas de 1915 y 1926 no se hablaba de la carrera pedestre, pero se recoge en la de 1930, publicada en el Heraldo de Aragón y firmada por J. Serrano y Moreno: “En competencia carrera se disputaron valiosos premios numerosos jóvenes de la localidad, ocupando los tres primeros lugares Florencio Pelegrín, Saturnino Cantarero y José Lavilla, alias ‘Gafas’”.

26/2/25

“Cucaracha” secuestra a Ruata y condenan a cadena perpetua a Joaquín Canalis Pons

 LA CUEVA DE LOS BANDOLEROS

Viñeta del fancine "Os Cucarachers", núm 2

Celedonio García

En la villa y Corte de Madrid, el 21 de marzo de 1877, la Sala Segunda del Tribunal Supremo falló que no había lugar al recurso de casación por infracción de ley, interpuesto por Joaquín Canalis Pons contra la sentencia pronunciada el 16 de diciembre de 1876 por la Sala de lo criminal de la Audiencia de Zaragoza en la causa seguida contra el recurrente por el delito de secuestro y robo, que le condenaba a cadena perpetua.

Secuestro de Juan Ruata (20 de enero de 1875)

La tarde del 20 de enero de 1875, Juan Ruata salió de Alcubierre a cazar y dar una vuelta por sus campos en compañía de otros vecinos. Al llegar al término de Acampines, situado a unos cinco kilómetros de Alcubierre, entre Alcubierre y Lanaja (a la altura del actual canal de Monegros), Ruata se dirigió a uno de sus campos, donde estaban arando sus criados. Estando allí, sus compañeros le dieron la voz de alarma a gritos, pero al intentar fugarse comenzaron los tiros y se vio cercado por tres hombres armados, entre los que solo conoció al bandido Mariano Gavín, alias “Cucaracha".

Aleluya producción Cucaracha Live

Los secuestradores le ataron, desuncieron las mulas que araban el campo y le hicieron montar en una de ella. Los malhechores montaron en las restantes y marcharon con él y con los criados a una aldea o corral del monte de Lanaja, donde pasaron la noche.

Antes del amanecer del día siguiente los secuestradores llevaron a Ruata y a los criados a lo alto de la sierra. Allí se presentaron otros cuatro hombres de la célebre cuadrilla del bandolero, y obligaron a Ruata a escribir una carta a su esposa pidiendo 14.000 duros por su rescate. Los criados la llevaron a su destino  y regresaron al día siguiente con una cantidad muy inferior, 30.000 reales. “Cucaracha”, enfadado, obligó a Ruata a escribir una última carta a su mujer anunciando que lo encontrarían colgado de un pino si no completaban hasta 7.000 duros.

Juan Ruata pasó cuatro días secuestrado y, después de recibir la cantidad solicitada, quedó en libertad junto con sus criados.

Muerte de “Cucaracha” en el corral de la Nica (28 de febrero de 1875)

El secuestro de Ruata tuvo gran repercusión. Además, Ruata era una persona influyente. La Guardia Civil decidió acabar con el bandolero que les había dado tantos quebraderos y había alcanzado gran celebridad en la comarca. El 28 de febrero de 1875 murió “Cucaracha” en el corral de “La Nica”, en término de Peñalbeta y jurisdicción de Lanaja, tras un enfrentamiento con la guardia civil.

Corral de "La Nica", en Peñalbeta, municipio de Lanaja

Hacía tan solo diecisiete días que el teniente de la Guadia Civil, Vicente Lafuente y Pueyo estaba al frente de una fuerza destinada a la persecución de “Cucaracha” y su cuadrilla. El día anterior la fuerza se dividió en dos grupos y salió en dirección a la sierra. Serían las dos de la tarde cuando, al llegar a la paridera de “La Nica”, la pareja que iba de avanzada miró con cautela por encima de la tapia del corral y vio que había varias personas con armas. Uno de los guardias agitó un pañuelo para avisar a sus compañeros y rodearon el corral. Dieron la voz de “¡alto a la Guardia Civil, rendíos y no se os tocará!, y tras media hora de tiroteo quedaron muertos en el corral los cuerpos de Mariano Gavín (a) “Cucaracha”, de Alcubierre;  Antonio Sampériz (a) el “Cerrudo”, de Lalueza; Melchor Colomer (a) el “Herrero de Osso”; José Bernad  (a) el “Molinero de Belver”, y José Solanilla, de Palo.

Aleluya producción Cucaracha Live

Resultaba extraño que los cinco bandoleros murieran en el corral de “La Nica”, parapetados en un pequeño fortín, y los guardias no sufrieran el más mínimo rasguño.

En la comarca se extendió otra versión de lo sucedido. El teniente Lafuente se reunió con el alcalde de Lanaja, Pascual Escanero, y con el boticario Agustín García. Decidieron envenenar el vino que sabían les iba a llevar el zagal Manolico Maza (años después se convertiría en bandolero), advirtiéndole que después de probarlo (porque “Cucaracha” hacía probar los alimentos que le llevaban), debía vomitar. Después resultaría fácil a la guardia civil matar a los bandoleros. Las crónicas dicen que milagrosamente se salvo un zagal que se había escondido detrás de unas piedras.

Sumario a Joaquín Canalis Pons por el secuestro de Ruata

De los siete bandoleros que participaron en el secuestro de Ruata, cinco murieron durante la instrucción del sumario, entre ellos el cabecilla Mariano Gavín y Suñén (a) “Cucaracha”. Otro, Joaquín Canalis Pons, fue aprehendido cuatro meses después del secuestro y el séptimo era un desconocido.

Probablemente, tres o los cuatro que murieron con “Cucaracha” en el corral de “La Nica” participaron en el secuestro de Ruata. Dudamos entre tres o cuatro porque el 24 de marzo de 1875 una pequeña fuera de seis guardia civiles llevaban preso a Manuel Isabal y Comín desde Almudáfar, pueblo situado en la ribera del Cinca, donde estaba avecindado, a las cárceles de Zaragoza, acusado de ser compañero de “Cucaracha” y de haber participado en el secuestro de Juan Ruata.

Con demasiada frecuencia, muchos bandoleros morían en los traslados a prisión. En la época hubo polémica en el Congreso de los Diputados y en algunos casos se acusaba a la propia guardia civil de acabar son sus vidas. Manuel Isábal también murió durante el traslado a las cárceles de Zaragoza. Según la versión oficial, al llegar la patrulla al punto denominado Casa de Lasierra, lindante con el monte de Leciñena, les salieron diez o doce hombres armados que comenzaron a dar voces a la Guardia Civil para que soltasen al preso, haciendo al mismo tiempo varios disparos. La fuerza pública respondió y consiguió ahuyentar a los bandidos, pero dando como resultado la muerte de Isábal. El hecho tuvo transcendencia, puesto que se acusaba a la guardia civil que lo custodiaba de acabar con la vida del preso. Incluso corrió el rumor de que Ruata les acompañaba y fue quien acabó con su vida.

Como Joaquín Canalis era el único capturado, acusado de haber participado en el secuestro de Ruata, el procedimiento se abrió contra él. En rueda de presos fue reconocido por el secuestrado  y por los criados, aunque estos no con demasiada seguridad. Canalis negó su participación, pero tenía mala conducta y antecedentes. Durante el juicio incurrió en notables contradicciones, pero ni en el sumario ni en el plenario se pudo acreditar satisfactoriamente dónde se encontraba durante los días que tuvo lugar el suceso.

Finalmente, la Sala de lo criminal de la Audiencia de Zaragoza condenó a Joaquín Canalis Ponsa la pena de cadena perpetua con accesorias: abonar a Juan Ruata por vía de restitución 7.000 duros, y al pago de las costas por sí y para sí causadas, y al de una séptima parte de las comunes.

Volver al ÍNDICE
*

15/2/25

El Puente Viejo de Lalueza (Huesca)

 

El Puente Viejo de Lalueza con sus cuatro ojos

El Puente Viejo de Lalueza resiste al paso de los años y la desidia de quienes deberían tomar iniciativas. Tiene cuatro ojos, tres con arco de medio punto y el cuarto adintelado. Uno de sus dos arcos centrales ha perdido la mitad de su estructura. Según la descripción de la web de Ayuntamiento de Lalueza, el Puente Viejo es de estilo románico y “fue construido sobre el río Flumen por los romanos o por los moradores ibéricos del Villar, por las huestes de Alfonso el Batallador o por algún aventajado de la Media Luna que lo precisaba para tener buen acceso a sus taifas”. Antonio Naval considera que el puente está construido según los esquemas difundidos en los siglos XVI y XVII, pero con características de los siglos XVIII-XIX, aunque pudo haber una construcción anterior. 

Por suerte, su estructura resiste y se conserva en el mismo estado de hace seis años (ver enlace del reportaje sobre la memoria del agua en Lalueza: https://celedoniogarcia.blogspot.com/2019/07/la-memoria-del-agua-el-puente-viejo-de.html). El diario del Alto Aragón también alertaba en el 2021 del amenazante estado del puente:” Se cae el Puente Viejo de Lalueza”. (https://www.diariodelaltoaragon.es/noticias/sociedad/2021/01/29/se-cae-el-puente-viejo-de-lalueza-1235984-daa.html ). Todo sigue igual.




Pretil metálico del puente elaborado por el herrero de Lalueza
*