7/11/25

Pedestrismo aragonés

 PERLAS DE HEMEROTECA

Selección aragonesa de campo a través a comienzos de los años 40. Monje, Pérez, Antón, entre otros
 

“En Aragón surgen los corredores de fondo como las setas”



Celedonio García


El atletismo aragonés, como deporte federado, surgió en Zaragoza en 1923 con la creación de la Federación Aragonesa de Atletismo e impulsado por las asociaciones deportivas, y se nutrió de destacados corredores surgidos en los pueblos aragoneses o, mejor dicho, en las tradicionales carreras pedestres, o “corridas”, como popularmente se llamaban las típicas “corridas de pollos”, que desde comienzos del siglo XX fueron evolucionando a “corridas pedestres” y luego “carreras pedestres”. En las ciudades y en los barrios también eran un acto típico e imprescindible de las fiestas patronales.

Tras la fratricida guerra civil había que retomar la vida que se había abandonado tres años antes, aunque nada sería igual. En septiembre de 1939, Alfredo Martín publicaba un pequeño artículo en las páginas del diario Amanecer tomando como base la frase que había publicado un periódico barcelonés en referencia a los excelentes corredores de fondo aragoneses: “En Aragón surgen los corredores de fondo como las setas”.

Al margen de metafóricas exageraciones, Alfredo Martín pretendía con sus palabras poner las bases y aprovechar la valiosa cantera surgida del deporte tradicional para impulsar el atletismo.

La realidad sería otra; la Federación se aprovecharía de algunos de estos corredores, sin aportarles el apoyo necesario (quizá por falta de medios) e iniciaría una cruzada moralista y persecutoria sobre una tradición de siglos, especialmente con los participantes que había captado, por el mero hecho de que los premios que recibían los corredores en estas pruebas eran en metálico. Los atletas debían ser deportistas “amateurs”. Hasta los años 70 duró la persecución federativa.

“Un redactor deportivo de un periódico barcelonés dijo, con motivo de los repetidos triunfos de nuestros maratonianos, que en Aragón surgían los corredores de fondo como las setas.

Esta afirmación no es exagerada, pues se aproxima mucho a la realidad.

El temperamento aragonés sufrido y resistente para el ejercicio físico prolongado es muy apropiado para las pruebas pedestres de gran fondo que, aunque exentas de “sprint”, son las más ingratas y penosas de los deportes.

Pero esas aptitudes naturales no bastaron para que los Magén, Carreras, Pérez, etc., dieran prestigio a nuestro atletismo regional, ni tampoco pudieron adquirir su excelente forma estos atletas en las escasas pruebas oficiales.

A la gran afición que hay en los pueblos de Huesca, Zaragoza y Teruel a las carreras pedestres (típicas de pollos), se debe que surjan con frecuencia magníficos especialistas en las fiestas de nuestra región, algunos de los cuales, puestos en sus comienzos a las órdenes de un buen entrenador con los debidos apoyos, pronto destacarían en los concursos internacionales, ya que en los nacionales no tendrían rival. Lástima que estos corredores locales se malogren en los reducidos límites de su comarca.

Sería preciso ir a buscarlos donde estuvieran, o bien atraerlos por medio de una gran prueba que coincidiera todos los años con las fiestas del Pilar. Con una buena propaganda y premios sugestivos el éxito estaría asegurado, lográndose los fines propuestos.

Si se quiere que Aragón sea cantera de corredores de fondo y gran fondo, o por lo menos contar siempre con una gran equipo de cross “country” para los campeonatos de España será preciso cuidar por quien deba esta especialidad del deporte, y entonces, sí que veríamos surgir corredores como las setas en nuestra región.

ALFREDO MARTÍN, en el diario Amanecer, de 26 de septiembre de 1939.

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