Tradiciones aragonesas. La “Jota de los pollos”

 

Músicos, como los de "La Cuquera", amenizan la típica "Jota de los pollos"

Celedonio García

En relación con las típicas “corridas del pollos”, que antaño se disputaban en la práctica totalidad de las poblaciones aragonesas durante sus fiestas patronales, de barrio o de cofradía, vamos a centrarnos en uno de sus rituales, el baile de la denominada “jota de los pollos” en honor al vencedor.

El ritual variaba de una población a otra. Las mujeres no solían participar en la denominada “corrida”, pero también tenían su papel que podía ser diferente según el lugar.

En Torres del Obispo, en la comarca de la Ribagorza, narra Joaquín Gironella, que el vencedor de los pollos luego se los entregaba a una chica mientras bailaba una o varias jotas.

En algunos lugares, como en Albalate de Cinca, han incorporado en su tradicional carrera pedestre la típica "Jota de los pollos"

En Belchite, ya en la provincia de Zaragoza, Arcadio Larrea recogió varias melodías que se tocaban durante la “corrida de pollos”, y la “jota de los pollos” que se bailaba después. La jota la bailaban los corredores, cada uno con la chica que al llegar a la línea de meta le había colocado una saya para que no se enfriase. Las chicas solían ponerse varias sayas a modo de falda para luego, con una de ellas, arropar a un corredor. Aquí las mujeres decidían con quién bailaban.

Siguiendo por la provincia de Teruel, nos vamos a Loscos, en la comarca del Jiloca. Al finalizar la “corrida de pollos”, el vencedor elegía a una chica entre las presentes y bailaba con ella la denominada “jota de los  pollos”. Se hace en honor al vencedor para dar comienzo el baile que viene a continuación. El ritual se conserva en la actualidad, pero como en otros muchos lugares que lo han incorporado en sus tradicionales carreras pedestres, ahora bailan el vencedor y la vencedora de la “corrida de pollos” o “carrera pedestre”, porque, como debe ser, corren hombres y mujeres (casi siempre).

Durante el transcurso de la carrera se disputan "primas" que habitualmente ofrece el público, aportando a la corrida o carrera, una espectacularidad única

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Abdeslam El Ouahabi e Isabel Linares vencen en la carrera pedestre “XXVI Trofeo Eliseo Martín” de Albalate de Cinca

 

Corredores y autoridades antes de la salida de la tradicional carrera pedestre

Celedonio García

El pasado sábado, en el marco de las fiestas de San Martín y con la presencia de numerosas autoridades, se celebró en Albalate de Cinca la tradicional carrera pedestre “XXVI Trofeo Eliseo Martín”, que lleva el nombre del mejor atleta aragonés de la historia.

Carrera de niños y nñas de 7 a 10 años

Las carreras comenzaron con los niños y niñas aunque con escasa participación y en un ambiente alterado por la llegada en esos momentos de la ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, acompañada de las autoridades provinciales, comarcales y locales.

Con el inicio de la prueba absoluta, las autoridades se hicieron la foto de rigor con los atletas, recordando entrañables fotografías antiguas, con la presencia del alcalde, Ricardo Chárlez; los concejales de Deportes, Gregorio Bernad, y de Cultura y Festejos, Lourdes Vitales; la Guardia civil y en esta ocasión también el subdelegado del Gobierno en Huesca, José Carlos Campo, y la ministra Pilar Alegría. Solo faltaba el cura.

El alcalde, Ricardo Chárlez, da la salida a la prueba absoluta

En la línea de salida, a las ordenes del alcalde, encargado de dar la salida, estaban preparados 15 atletas, entre ellos, cinco mujeres de gran nivel, todos, hombres y mujeres, dispuestos a dar 30 vueltas en la calle de San Isidro, junto al Pabellón Polideportivo, hasta completar unos 8 kilómetros. Y junto a la meta, el grupo de música tradicional “La Cuquera” para amenizar la prueba con las melodías típicas de las corridas, antiguamente denominadas “corridas de pollos” por el premio que se entregaba a los vencedores.

Abdeslam El Ouahabi y Daniel Fuentes disputando una prima

En la primera prima saltó Daniel Fuentes, conocido como “El rey de las primas”, que, tras tres años de ausencia por residir en Estados Unidos, regresaba a las carreras con la misma ilusión de siempre, pero con algo más de peso y bastante desentrenado.

Ani Buero e Isabel Linares disputando la primera prima femenina

En las féminas se repetía el ritual de las primas, adjudicándose la primera la veterana Ani Buero, que el pasado domingo participaba en la carrera Behobia-San Sebastián y en su haber cuenta con el título de campeona de Europa de Media Maratón F45.

Durante el desarrollo de la carrera se disputaron más de 200 euros de primas, con emocionantes esprines, causando admiración a la ministra, Pilar Alegría, que se lamentaba de que en su pueblo, La Zaida, ya no se celebrasen estas carreras que fueron tan típicas en todas las poblaciones aragonesas.

Néstor Galindo y Noureddine Neggazi disputando una prima

En la categoría masculina se colocaron en cabeza varios corredores, al ritmo marcado por Abdeslam El Ouahabi, atleta residente en el barrio zaragozano de Casetas, y acompañado de Ibai Maján, de Híjar, y los zaragozanos Iván Benedicto y Miguel Guillén.

Perdiendo comba seguían los zaragozanos Pablo Zárate, Pedro Blasco, Daniel Fuentes y los leridanos Néstor Galindo, Noureddine Neggazi y Unax Galindo.

Grupo perseguidor, tratando de dar alcance a Abdeslam El Ouahabi

Miguel Guillén, vencedor en el 2023, era el primero que se despegaba del grupo de cabeza y poco después, sobrepasada la mitad de la carrera, El Ouahabi se escapaba en solitario. El segundo y tercer puesto se lo jugarían entre Ibai Maján e Iván Benedicto, siendo en este orden como llegarían a meta.

En categoría femenina corrieron agrupadas las cinco participantes durante el primer tercio de la prueba, variando posiciones con la disputa de primas. Luego quedaron descartadas para ocupar podium la veterana Ani Buero y la especialista en marcha Alexia González.

Grupo femenino en las primeras vueltas

El triunfo se lo jugaron entre la zaragozana Greta Guerrero, Julia Muñoz, de Barcelona, vencedora en el 2022, e Isabel Linares, de Arándiga, que ya acumulaba cuatro triunfos en esta carrera. Isabel, que había permanecido agazapada durante casi toda la carrera, dejándose ver solamente en la disputa de un par de primas, lanzó su ataque en la última vuelta para conquistar su quinto “Trofeo Eliseo Martín”. Greta llegaba pegada a sus talones y Julia pocos metros detrás.

Los vencedores, Abdeslam El Ouahabi e Isabel Linares bailaron la jotas de los campeones o "jota de los pollos"

Después, antes de la entrega de los trofeos a niños y mayores, de manos de la ministra Pilar Alegría y del Alcalde Ricardo Chárlez, los vencedores, Abdeslam El Ouahabi e Isabel Linares bailaron la “jota de los pollos” al ritmo del grupo de música tradicional “La Cuquera”.

El grupo de música tradicional "La Cuquera" amenizó el desarrollo de la carrera pedestre

CLASIFICACIONES:

Hasta 4 años. Niños: 1. Úrbez Abenosa y 2. Óscar Marqués.

De 7 y 8 años. Niños: 1. Teo Chárlez, 2. Asier Ríos, 3. Bruno Abenosa y 4. Daniel Ríos. Niñas: 1. Elena Llasera y 2. Victoria Pons.

De 10 años. Niños: 1. Aitor Sender.

Absoluta. Hombres: 1º Abdeslam El Ouahabi, de Casetas (Zaragoza), 2. Ibai Maján, de Híjar, y 3. Iván Benedicto, de Zaragoza. Mujeres: 1. Isabel Linares, de Arándiga (Zaragoza), 2. Greta Guerrero, de Zaragoza, y 3. Julia Muñoz, de Barcelona.

Película en imágenes de la tradicional carrera pedestre "XXVI Trofeo Eliseo Martín"

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Pedestrismo aragonés

 PERLAS DE HEMEROTECA

Selección aragonesa de campo a través a comienzos de los años 40. Monje, Pérez, Antón, entre otros

 

“En Aragón surgen los corredores de fondo como las setas”

Celedonio García


El atletismo aragonés, como deporte federado, surgió en Zaragoza en 1923 con la creación de la Federación Aragonesa de Atletismo e impulsado por las asociaciones deportivas, y se nutrió de destacados corredores surgidos en los pueblos aragoneses o, mejor dicho, en las tradicionales carreras pedestres, o “corridas”, como popularmente se llamaban las típicas “corridas de pollos”, que desde comienzos del siglo XX fueron evolucionando a “corridas pedestres” y luego “carreras pedestres”. En las ciudades y en los barrios también eran un acto típico e imprescindible de las fiestas patronales.

Tras la fratricida guerra civil había que retomar la vida que se había abandonado tres años antes, aunque nada sería igual. En septiembre de 1939, Alfredo Martín publicaba un pequeño artículo en las páginas del diario Amanecer tomando como base la frase que había publicado un periódico barcelonés en referencia a los excelentes corredores de fondo aragoneses: “En Aragón surgen los corredores de fondo como las setas”.

Al margen de metafóricas exageraciones, Alfredo Martín pretendía con sus palabras poner las bases y aprovechar la valiosa cantera surgida del deporte tradicional para impulsar el atletismo.

La realidad sería otra; la Federación se aprovecharía de algunos de estos corredores, sin aportarles el apoyo necesario (quizá por falta de medios) e iniciaría una cruzada moralista y persecutoria sobre una tradición de siglos, especialmente con los participantes que había captado, por el mero hecho de que los premios que recibían los corredores en estas pruebas eran en metálico. Los atletas debían ser deportistas “amateurs”. Hasta los años 70 duró la persecución federativa.

“Un redactor deportivo de un periódico barcelonés dijo, con motivo de los repetidos triunfos de nuestros maratonianos, que en Aragón surgían los corredores de fondo como las setas.

Esta afirmación no es exagerada, pues se aproxima mucho a la realidad.

El temperamento aragonés sufrido y resistente para el ejercicio físico prolongado es muy apropiado para las pruebas pedestres de gran fondo que, aunque exentas de “sprint”, son las más ingratas y penosas de los deportes.

Pero esas aptitudes naturales no bastaron para que los Magén, Carreras, Pérez, etc., dieran prestigio a nuestro atletismo regional, ni tampoco pudieron adquirir su excelente forma estos atletas en las escasas pruebas oficiales.

A la gran afición que hay en los pueblos de Huesca, Zaragoza y Teruel a las carreras pedestres (típicas de pollos), se debe que surjan con frecuencia magníficos especialistas en las fiestas de nuestra región, algunos de los cuales, puestos en sus comienzos a las órdenes de un buen entrenador con los debidos apoyos, pronto destacarían en los concursos internacionales, ya que en los nacionales no tendrían rival. Lástima que estos corredores locales se malogren en los reducidos límites de su comarca.

Sería preciso ir a buscarlos donde estuvieran, o bien atraerlos por medio de una gran prueba que coincidiera todos los años con las fiestas del Pilar. Con una buena propaganda y premios sugestivos el éxito estaría asegurado, lográndose los fines propuestos.

Si se quiere que Aragón sea cantera de corredores de fondo y gran fondo, o por lo menos contar siempre con una gran equipo de cross “country” para los campeonatos de España será preciso cuidar por quien deba esta especialidad del deporte, y entonces, sí que veríamos surgir corredores como las setas en nuestra región.

ALFREDO MARTÍN, en el diario Amanecer, de 26 de septiembre de 1939.

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