Monflorite (Foto: C. García)En los primeros días de 1838, miembros del Ayuntamiento y vecinos de Monflorite capturaron a los forajidos Pedro Escó y Antonio Escalona, componentes de una banda de gente armada que se dedicaba a asaltar por la comarca.
Monflorite. (Foto: C. García)
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La detención se produjo después de que un arriero de Monflorite y sus compañeros fueran robados en el saso de Loporzano y dieran la alarma al a la primera autoridad de esta población.
El alcalde de Monflorite pidió ayuda al de Loporzano y dispuso que los Nacionales y otros vecinos saliesen por la carretera de Lérida, siguiendo la dirección que habían tomado los agresores, al mimo tiempo que las gentes de Loporzano también iniciaban la batida.
Los vecinos de ambos pueblos, armados con más palos que armas, treparon montes y venciendo dificultades lograron capturar a los dos bandidos citados en el denominado secano de Huesca y fueron puestos a disposición del Juez de primera instancia.
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Loporzano (Foto: C. García)
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Esta acción fue un verdadero ejemplo del buen servicio y filantropía de las gentes de Monflorite y Loporzano para no ser presa de la rapacidad de los vagos y ociosos que abundaban en la época, frente a la apatía e indiferencia de otros lugares.
Fuente de información:
Esta acción fue un verdadero ejemplo del buen servicio y filantropía de las gentes de Monflorite y Loporzano para no ser presa de la rapacidad de los vagos y ociosos que abundaban en la época, frente a la apatía e indiferencia de otros lugares.
Fuente de información:
- Boletín Oficial (Gobierno Político. Huesca), 18 de Enero de 1838 Núm. 5.
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